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Teresa Paramato en su toma de posesión como fiscal general del Estado junto a Álvaro García Ortiz y Dolores DelgadoEUROPA PRESS

Ministerio Público

La nueva fiscal general proclama su «admiración, respeto y cariño» por el condenado García Ortiz

Teresa Peramato ha exigido, además, contundencia contra los comportamientos machistas, en plena oleada de escándalos socialistas por acoso sexual contra varias de sus trabajadoras

Teresa Peramato no ha tenido ningún problema en acceder al puesto de fiscal general del Estado proclamando su «admiración» por su predecesor en el cargo, el condenado Álvaro García Ortiz. La nueva titular del Ministerio Público se ha descolgado, este jueves, con un discurso de presentación a la Carrera en el que ha expresado su «cariño» y «respeto» por García Ortiz, que la ascendió a fiscal jefe de la Sala Penal del Supremo, augurando una línea ideológica continuista en la institución. «Quiero expresar públicamente mi reconocimiento, mi respeto, mi admiración y agradecimiento a mi predecesor más inmediato, y mi cariño a él y a toda su familia», ha dicho.

Además, ha aprovechado su alegato inaugural para exigir a la sociedad, la Administración y las organizaciones a «adoptar un posicionamiento claro y activo frente al acoso sexual» que, precisamente, en este días salpica de lleno al Gobierno que la designó a quien ha puesto en valor por la confianza depositada en ella para la misión de recomponer la fiscalía General, profundamente dañada tras la sentencia que ha llevado a García Ortiz a su dimisión.

La recién nombrada fiscal general del Estado, Teresa Peramato (i), el ex fiscal general del Estado Álvaro García Ortiz (d), y la fiscal Dolores Delgado (2d), y el ministro de Justicia Félix Bolaños, este jueves durante la toma de posesión de la nueva Fiscal en la sede de la Fiscalía General del Estado.Efe

«Quiero hacer un llamamiento público a la sociedad, a las instituciones y a las organizaciones de un posicionamiento claro y activo frente al acoso sexual y demás atentados contra la libertad sexual de las mujeres y también de las niñas y niños», ha dicho, en sus primeras palabras tras tomar posesión del cargo este jueves en el Supremo, en un acto de apenas 15 minutos donde no tuvo ninguna intervención.

Peramato, fiscal experta en la lucha contra la violencia de género, ha reivindicado asimismo la especialización en la Fiscalía como «una exigencia ineludible de nuestro tiempo, una garantía de rigor y eficacia del servicio público», informa Ep.

Violencia de género

«Como fiscal contra la violencia de género, a la que he dedicado la mayor parte de mi carrera, permítanme hacer un emotivo recuerdo a las 1.340 mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas computadas desde el año 2003. 45 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año», ha añadido.

También ha apelado a la Justicia, no como una «abstracción» sino como «un servicio público». «Es la confianza de los ciudadanos, de todos los ciudadanos, en que la ley, el derecho y sus operadores les protegen», ha aseverado.

En la misma línea, ha definido este acto como «la solemne reafirmación de un compromiso: servir con independencia, rigor y lealtad a los principios que sustentan nuestra Constitución».

Herida profunda

Además, ya desde la sede de la Fiscalía General del Estado (FGE), en la madrileña calle de Fortnuy, ha querido lanzar el mismo mensaje que dio en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, donde compareció como parte del trámite para su nombramiento, en alusión a la condena a dos años de inhabilitación para el cargo que dictó el TS contra García Ortiz por revelar secretos de Alberto González Amador —novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso—.

«No puedo, ni debo, eludir una referencia al procedimiento penal recientemente seguido ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Ha sido una herida profunda que ha atravesado la Fiscalía española y que debe sanar. Confío en que lo hará bajo mi dirección y con el esfuerzo de todas y todos los fiscales de este país. Cuento con vosotros», ha recalcado.

Como también hizo en la Cámara Baja, Peramato ha expresado su «agradecimiento sincero» a quienes la han precedido en el puesto, algunos de los cuales han asistido a esta toma de posesión en Fortnuy. Entre ellos estaban el propio García Ortiz, Dolores Delgado, María José Segarra y Eduardo Torres-Dulce.

El ministro de Justicia Félix Bolaños y la recién nombrada fiscal general del Estado, Teresa Peramato, este jueves durante la toma de posesión de la nueva Fiscal en la sede de la Fiscalía General del Estado.Efe

«Todos mis antecesores dieron lo mejor de sí mismos para fortalecer la Fiscalía española, para mejorarla, para situarla en el lugar que merece dentro del sistema constitucional. Desde aquí, mi reconocimiento a su trabajo y su legado. Sobre esos cimientos construiremos el futuro inmediato», ha sostenido.

Asimismo, la nueva jefa del Ministerio Público ha expresado su «gratitud» al Gobierno de España por «su confianza» en ella «para asumir tan alta responsabilidad».

Peramato ha vuelto a hacer hincapié en que esta nueva etapa que se abre requerirá del esfuerzo de todos los fiscales —«los 2.804»—, cuyo trabajo ha puesto en valor.

«Somos un colectivo potente, comprometido. La fuerza del trabajo en equipo es nuestro mayor aval. Este es un proyecto ilusionante, en el que todos estáis concernidos y al que todos podéis aportar. Juntos lograremos una justicia mejor», ha recalcado.

En concreto, ha manifestado su «especial consideración al Consejo Fiscal y a la Junta de Fiscales de Sala, cuya experiencia y criterio constituyen pilares esenciales en la arquitectura institucional del Ministerio Público y que son fundamentales para la toma de decisiones estratégicas».

A ellos, que representan a la carrera fiscal y a la cúpula de la institución, les ha prometido «escuchar, dialogar y construir juntos». «Porque la Fiscalía no es una persona: es un colectivo, una comunidad. Una misión compartida», ha remachado.

Peramato ha aprovechado para anunciar algo que, ha revelado, ya sabía el Consejo Fiscal, que Julio Cano Antón, actual jefe de la Fiscalía de Islas Baleares, relevará a Ana García de León como jefe de la Secretaría Técnica de la FGE.

De él ha resaltado que «es ejemplo de trabajo, profesionalidad y rigor», además de «un fiscal querido y respetado en la carrera». A ella, le ha agradecido su gratitud por su trabajo «en un periodo especialmente complejo y cargado de intenso trabajo legislativo y doctrinal».

El futuro «consiste en renovarse»

La nueva fiscal general del Estado ha reiterado igualmente su llamamiento a una «mayor autonomía para la Fiscalía española». «Necesitamos alcanzar mayores cotas de independencia, de autonomía presupuestaria y económica, de autonomía digital, de autonomía formativa y de autonomía organizativa», ha esgrimido.

Entre sus objetivos también ha aludido a la necesidad de que la Fiscalía «comprenda la realidad social en toda su diversidad y que comparta con la ciudadanía sus deseos de justicia e igualdad».

«Aspiro a una Fiscalía que mire hacia adelante, que no se limite a aplicar la ley, sino que la interprete desde la comprensión profunda de la sociedad a la que sirve. Una Fiscalía que reconozca sus cambios y que entienda y comparta sus retos», ha declarado.

A este respecto, ha avanzado que su actuación se guiará por «la defensa inquebrantable de los Derechos Humanos», su compromiso con la leal cooperación internacional y contra «la violencia de género, la trata de seres humanos, el odio, la discriminación, los atentados contra el medio ambiente amparados por el negacionismo climático, el narcotráfico, la corrupción y el fraude que socavan el Estado del bienestar».

«Sin olvidar, por supuesto, mi determinación en impulsar y fortalecer la protección de las víctimas y de los más vulnerables: menores, mayores, personas con discapacidad y migrantes», ha apostillado.

Ha insistido también en que asumirá «sin ambages» el «empeño de esta institución por un cambio de modelo procesal penal», el de la nueva ley propuesta por el Gobierno que implica que las investigaciones pasen de los jueces a los fiscales.

«Este cambio no es solo técnico: es una apuesta por una Justicia más ágil, más garantista y más cercana a la ciudadanía. Y el Ministerio Fiscal está preparado para asumir el protagonismo que ese modelo le asigna», ha ratificado.

Emocionada

Peramato, visiblemente emocionada, hasta el punto de tener que interrumpir su discurso en varias ocasiones, ha cerrado su primera intervención como fiscal general con un agradecimiento expreso a su familia y, muy especialmente, a su madre, que por sus 91 años no ha podido acudir pero a la que no ha dudado en calificar como «una lideresa, una trabajadora infatigable».

Sus palabras también han estado salpicadas por otras referencias, como a Miguel de Unamuno, «ese salmantino universal», del que ha tomado prestada la afirmación de que «el progreso consiste en renovarse». Y a Eleanor Roosevelt: «El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños».