El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el candidato del PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Espadas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, en el cierre de campaña del 19-JEFE

Crisis socialista

Espadas fía su futuro a Sánchez y deja aturdido al PSOE de Andalucía

Los socialistas andaluces siguen al dictado el argumentario que les llega de Madrid y dan munición a un PP que señala su falta de voz propia

El secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, debe su cargo, el cual ocupa desde hace un año y medio, a su homólogo en el aparato federal socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La lealtad del que fuera alcalde de Sevilla hacia el líder del Ejecutivo es máxima, incluso ante medidas que suscitan distintos enfoques dentro del propio partido. Esto es así hasta el punto de que la calle San Vicente, en Sevilla, es hoy una prolongación de la calle Ferraz, en Madrid.
El PSOE andaluz sigue al dictado el argumentario que le llega cada día directamente de la capital de España. Desde la federación liderada por Juan Espadas presumen de estar en contacto permanente tanto con Ferraz como con la Moncloa. Así, defienden las 'bondades' de derogar el delito de sedición y rebajar las penas por malversación; reformas del Código Penal aprobadas definitivamente el pasado jueves por el Senado.
Esto dista mucho de lo sucedido en Castilla-La Mancha o Aragón. Los barones Emiliano García-Page y Javier Lambán sí han criticado los pactos de Pedro Sánchez con Esquerra Republicana. También es distinta su situación, con unas elecciones autonómicas a cinco meses vista. Los socialistas andaluces ya 'cumplieron' con su cita con las urnas regionales el pasado 19 de junio, aunque el próximo 28 de mayo se juegan muchas alcaldías y diputaciones frente a un PP al alza.

Munición para el PP

Las acciones de Sánchez, así como el apoyo del PSOE de Andalucía a ellas, son munición para el PP de cara a las citas electorales de 2023. Siguiendo el argumentario de Ferraz y la Moncloa, los socialistas andaluces acusan a los populares de Juanma Moreno de hacer campaña por Alberto Núñez Feijóo y tachan, en particular, a Moreno de ser el «delegado» de Isabel Díaz Ayuso, cuando Espadas se ha convertido en el principal aliado del presidente del Gobierno dentro del PSOE.
En el último cara a cara de Moreno y Espadas en el Parlamento andaluz, el presidente de la Junta dijo al socialista que «el PSOE de Andalucía no tiene voz propia» alineándose con Sánchez en la cuestión de los pactos del líder del Ejecutivo central con ERC. La 'reforma Junqueras' –hecha ad hoc para el exvicepresidente catalán y el resto de los condenados por el Procés– y el asalto al Poder Judicial son las últimas razones del PP para atacar al exalcalde de Sevilla.
Además, cuando los socialistas los acusan de corrupción por la trama de narcotráfico y lavado de dinero negro donde están implicados el marido y un hijastro de la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, los populares recurren al caso ERE e incluso no dudan en mencionar a la esposa de Espadas, Carmen Ibanco, imputada en el caso Faffe. Hasta que el PSOE andaluz no sacó a la palestra el tema de Marbella, imperaba un acuerdo tácito entre ambos partidos para no hablar de corrupción, incluso en campaña electoral.

En caída libre

Las políticas de Pedro Sánchez y la falta de perfil propio de Juan Espadas, que fía su futuro al presidente del Gobierno, están pasando factura al PSOE de Andalucía. Según el barómetro de la fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra) de diciembre, los socialistas, que obtuvieron 30 escaños y rebajaron su suelo electoral por segunda vez consecutiva en el 19-J, perderían hasta ocho diputados si se celebraran ahora elecciones autonómicas en la región.
El PSOE andaluz anda aturdido y pendiente del siguiente movimiento de Sánchez. Así, los socialistas llegaron tarde al registro de las enmiendas para el debate final del Presupuesto de la comunidad para 2023, aprobado por la mayoría absoluta del PP, y las presentaron fuera de plazo; un error que ha despertado al sector crítico dentro del partido que pide la dimisión de Espadas desde el batacazo en los comicios del pasado 19 de junio. De esta forma cierran su annus horribilis.
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