Lugar donde se produjo el suceso, en Andújar (Jaén)
Suceso en Andújar
La mala suerte de Juan José, el policía chirigotero que murió por una bala perdida de su compañero
Armado con un cuchillo y un martillo, el atacante desencadenó un altercado que acabó con él mismo y con un agente de la Policía Nacional muertos
Las primeras hipótesis apuntan a que Juan José murió por el proyectil disparado por otro agente cuando el agresor se le abalanzó
El fatal suceso acaecido este domingo en Andújar, Jaén, deja muchas incógnitas. El análisis de las imágenes de los dos vídeos a los que ha tenido acceso este periódico muestran al agresor armado con un cuchillo y un martillo, con el que agrede a un agente de la Policía Nacional, que continúa ingresado fruto de los golpes y las cuchilladas.
Durante la intervención policial de ese policía, que resultó herido tras ser atacado repetidamente, se escucha un disparo justo cuando el agresor se abalanza contra el agente. A falta de que concluya la investigación, todo indica que la causa de la muerte de Juan José Lara Egea, de 40 años, fue la bala perdida que su compañero disparó cuando el agresor se le abalanzó encima y que le alcanzó en el abdomen.
El policía que efectuó el disparo se salvó por la acción de dos transeúntes que lograron quitarle de encima al agresor. Más tarde este mismo agente es el que reduce al hombre, ayudado por la cobertura de dos miembros de la Policía Local, hacia los que se dirige de nuevo el hombre portando las armas.
Según sus gritos, este individuo había acudido a buscar a dos hombres, padre e hijo, a un portal de la calle Las Monjas, profiriendo frases incoherentes como «¡abrid a la autoridad!» o «¡soy el rey!» y con una actitud propia de alguien que está totalmente fuera de sí, no atiende a razones y no le importan las consecuencias de sus actos.
El hombre abatido tenía antecedentes policiales por maltrato, según explican fuentes policiales a El Debate. El atacante podría haber ido a vengarse a la casa del guardia civil que lo detuvo, aunque esta hipótesis no ha podido ser confirmada.
Un hombre camina armado en Andújar antes de ser abatido por la Policía
La subdelegada del Gobierno en Jaén, Catalina Madueño, ha afirmado que serán los informes periciales y forenses los que determinen las causas de la muerte del agente, que ha sido condecorado por el Ministerio de Interior con la medalla de oro a título póstumo.
Luto en Marmolejo
El policía que perdió la vida en el suceso estaba casado y era natural del municipio de Marmolejo, donde integraba la chirigota que canta durante el Carnaval.
«Hoy es un día muy triste para toda nuestra Chirigota, estamos que no nos lo creemos aún. Ha fallecido en acto de Servicio, nuestro compañero y amigo Juan José Lara Egea, un componente desde los inicios de esta Chirigota y gran amante del carnaval, nos has dejado hechos polvo a todos. Va parriba un gran Chirigotero, vuela alto Egea, jamás te olvidaremos», ha escrito esta agrupación en Facebook.
Juan José Lara, policía muerto en Andújar en acto de servicio
La tristeza también ha invadido al resto de su pueblo. El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial. «Estamos consternados e impactados con la noticia y no podemos sino expresar nuestras más profundas condolencias a la familia, amigos y al pueblo de Marmolejo en general», ha manifestado el Consistorio en un comunicado. El entierro se produjo la tarde este lunes.
¿Y si hubiera disparado antes?
Algunas asociaciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado han vuelto a reiterar de los peligros a los que se enfrentan policías y guardias civiles durante el desempeño de su labor profesional y las consecuencias que podría haber tenido el policía si hubiera disparado en cuanto el atacante se encaminaba armado hacia él y no cuando lo tenía ya encima intentando acabar con su vida.
En el momento en el que corre riesgo su vida o la de terceras personas, el policía debe estar respaldado y no tener consecuencias. Esa es la teoría, porque luego en la práctica es otra cosaPortavoz del sindicato CEP
Juan Ignacio Justicia, secretario provincial en Andalucía Oriental del sindicato CEP señala a este periódico que los agentes necesitan «muchísima formación, tanto psicológica como profesional para estas situaciones extremas a las que a veces nos enfrentamos». «Tenemos muy poca protección jurídica y vas condicionado a muchas intervenciones. Hay un cúmulo de cosas de las que el policía es consciente y en situaciones de riesgo se bloquea», añade.
«En el momento en el que corre riesgo su vida o la de terceras personas, el policía debe estar respaldado y no tener consecuencias. Esa es la teoría, porque luego en la práctica es otra cosa», zanja.
En este sentido, Josema Vallejo, vicepresidente de la asociación Una Policía para el Siglo XXI, ha apuntado en Twitter a que «el policía ha muerto porque su compañero ha dudado, porque cuando ha visto venir al loco del martillo y el cuchillo ha pensado que debía meterle un balazo, pero por su cabeza han pasado las horas de juicios, los jefes que desaparecen y preguntan si era necesario; la suspensión de empleo y sueldo; la imputación penal. Las horas de televisión hablando de brutalidad policial, de ejecución extrajudicial, de asesinato...».
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