Alerta en Andalucía por fraude en el etiquetado: denuncian engaños en tomates e ibéricos

En Andalucía crece la preocupación ante un posible fraude en el etiquetado de tomates cherry. La Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) han presentado una denuncia conjunta ante la Dirección General de Consumo, alertando de un incumplimiento sistemático de la normativa europea sobre el origen de los productos alimentarios.

Según la denuncia, la empresa Azura, con más de 400 hectáreas de invernaderos en producción en el Sáhara Occidental, comercializa estos tomates cherry en la Unión Europea con la etiqueta de origen 'Marruecos'. Esta práctica, detectada previamente en Francia, ahora también se está dando en España, generando preocupación por la falta de transparencia y por la competencia desleal que esto supone para los productores españoles.

Desde la CECU se exige el cumplimiento estricto de la legislación europea en materia de etiquetado. Eduardo Montero, experto en Alimentación de la organización, subraya que «las personas consumidoras tenemos derecho a saber de dónde vienen realmente los alimentos que compramos, especialmente cuando afecta a una cuestión tan delicada como el Sáhara Occidental».

COAG también ha denunciado el grave perjuicio que esta situación causa a los productores nacionales. «Se trata de una competencia desleal que afecta directamente a nuestras frutas y hortalizas», ha declarado Andrés Góngora, miembro de la Comisión Ejecutiva. La organización lamenta que, pese a tener constancia de la producción en el Sáhara Occidental, nunca hayan visto etiquetas que reflejen ese verdadero origen, lo que pone en duda la trazabilidad exigida por las normativas comunitarias.

Este caso toma mayor relevancia a raíz de la sentencia dictada el 4 de octubre por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que establece que los tomates –y melones– producidos en el Sáhara Occidental deben llevar una indicación clara de ese origen. La Justicia europea considera que este territorio no forma parte del Reino de Marruecos, con lo cual no cabe etiquetar estos productos con su nombre.

Vox también ha intervenido en la polémica asegurando haber constatado el fraude en un Carrefour de Almería. Rodrigo Alonso, portavoz adjunto del partido en el Parlamento andaluz, ha criticado la actual Ley de Salud Pública de Andalucía califique estos fraudes solo como «infracciones leves», lamentando que sus propuestas para endurecer las sanciones hayan sido rechazadas por el PP y el PSOE.

Irregularidades en ibéricos

El caso de los tomates no es aislado. En 2024, la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía detectó irregularidades en el 73,3 % de los productos ibéricos analizados en una campaña de inspección. De 60 productos revisados en más de 30 comercios, 44 presentaban fallos en el etiquetado, desde la omisión del país de origen hasta información engañosa sobre su fabricación o composición.

En concreto, el 30 % de los productos no indicaba su procedencia; el 28,3 % podía inducir a error sobre su elaboración, y el 23,2 % no incluía correctamente la fecha de caducidad. A esto se suma un 13,2 % sin información nutricional visible, un 5 % sin el precinto inviolable obligatorio y un 4,1 % que omitía el porcentaje de raza ibérica.

Aun así, hasta el pasado mes de mayo solo se habían impuesto diez multas por estos hechos, con una suma total de 3.800 euros, una cifra que Facua Andalucía considera «pírrica» frente a la magnitud del problema. La organización de consumidores reclama «mayor contundencia sancionadora y un refuerzo en los controles, especialmente en un sector con productos de alto valor económico y simbólico para la economía andaluza».