Javier Aureliano García Molina ha presentado su renuncia como presidente de la Diputación de Almería de forma oficial este viernes por la mañana

Javier Aureliano García Molina ha presentado su renuncia como presidente de la Diputación de Almería de forma oficial este viernes por la mañanaEuropa Press

El PP fuerza el cese del presidente de la Diputación de Almería y su mano derecha tras sus detenciones

Javier Aureliano García y Fernando Giménez dimiten de todos sus cargos tras el estallido de la segunda fase del caso Mascarillas

La detención y posterior puesta en libertad, pero con medidas cautelares, se ha llevado por delante la prometedora carrera política de Javier Aureliano García Molina, hasta el momento presidente de la Diputación de Almería. Desde la institución provincial apuntan que García ha decidido renunciar como presidente «desde el convencimiento de su inocencia y la libertad de que este paso al frente facilitará la vuelta a la normalidad de la actividad institucional, así como del desarrollo que la provincia ha experimentado en estos años».

Con él también termina su etapa su vicepresidente, Fernando Giménez, igualmente implicado en el caso Mascarillas. Las detenciones de ambos en la segunda fase de la trama por un presunto cobro de mordidas a través de contratos irregulares han llevado al PP a actuar de manera contundente, tal y como avisó los días anteriores su presidente Juanma Moreno. Según la Diputación, García «deja un legado en Almería de proyectos transformadores que han situado a la provincia como referente en ámbitos tan diversos como la lucha contra la despoblación, el turismo, la cultura, el patrimonio, la agroalimentación, así como el nacimiento de marcas provinciales que difunden la imagen y el talento almeriense por el mundo».

Repullo y Pacheco dan explicaciones

«Desde el PP actuamos con rotundidad ante cualquier investigación policial, y eso se demuestra con hechos. En Almería ya se había suspendido de militancia a los investigados. Puesto que por encima de los cargos, están las instituciones y los ciudadanos», aclaraba en rueda de prensa Ramón Fernández -Pacheco. «La decisión personal de Javier Aureliano García es la de renunciar a su cargo de presidente de la Diputación, como también lo ha hecho Fernando Giménez. Ambos han entendido que lo mejor era dar un paso al lado para que la Justicia pueda seguir trabajando con normalidad», ha insistido el también consejero de la Junta.

«Nuestro modelo es el de gestión limpia y transparente. Somos un partido que nunca se esconde detrás de las excusas. Respetamos los procesos judiciales y no nos dedicamos a atacar con esa doble moral a los jueces y a las fuerzas del orden», reclamaba el secretario general del PP-A, Antonio Repullo, al tiempo que exigía a la izquierda que no diera lecciones. «El PSOE anda perdido en un laberinto judicial», lamentaba. «En Andalucía tenemos a María Jesús Montero que no condena los hechos en los que está implicado su partido, pese a los informes de la UCO», avisaba. «Solo persiguen su supervivencia política», dijo, en referencia al partido del Gobierno.

«Nosotros tomamos decisiones en función de la información que tenemos», añadía. Preguntado por la situación del alcalde de Fines, Rodrigo Sánchez, también implicado en la trama, contestaba que «está también suspendido de militancia y esperamos que renuncie a la alcaldía, es una decisión personal, si decide no hacerlo, seguirá siéndolo, pero no será ya un alcalde del PP».

«Almería seguirá ocupando la posición que merece tanto en Andalucía como en España», arguyó Repullo, que ha celebrado en la mañana de este viernes una rueda de prensa junto a Fernández Pacheco para dar a conocer esta decisión.

Temor a una vía de agua

El caso de supuesta corrupción amenaza con abrir una vía de agua en un bastión electoral tradicional para los populares, que su presidente, Juanma Moreno, ha querido intentar atajar de inmediato.

La importancia de la provincia almeriense para los populares es capital. Cuando el PP andaluz era tradicionalmente derrotado por el otrora todopoderoso PSOE-A en las urnas, Almería solía aportar al centro-derecha sus mayores alegrías.

El Partido Popular ha ostentado la alcaldía de la capital desde 1995, con tan solo una breve interrupción de una sola legislatura entre 1999 y 2003. La Diputación, uno de los epicentros de la trama que ahora acaba de estallar, está bajo su control ininterrumpidamente desde 2011.

Fue allí, en la institución provincial, donde el PP de Almería se hizo a imagen y semejanza de su eterno presidente, Gabriel Amat, que aún hoy, con 81 años, sigue siendo el alcalde de otra localidad importante de la provincia, Roquetas de Mar. Amat eligió sucesor en la figura de Javier Aureliano García, al que se le auguraba una prometedora carrera política que parece que acaba de terminar.
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