Centro penitenciario Botafuegos en Algeciras (Cádiz)

Centro penitenciario Botafuegos en Algeciras (Cádiz)EFE

Cádiz

Un preso con 170 partes disciplinarios se lía a patadas en un nuevo caso de agresión en la cárcel de Algeciras

Los sindicatos piden que se reconozca a los funcionarios de prisiones como agentes de autoridad

Una agresión cada quince horas. Ese es el ritmo de incidentes violentos que se vive en las cárceles españolas, según el sindicato ACAIP (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias). La prisión de Algeciras no es ajena a estos problemas, además de a los de la creciente presencia de drogas en los centros de reclusión.

El último episodio de agresión a un funcionario se ha vivido este lunes por la mañana en la prisión algecireña de Botafuegos. El suceso se produjo durante el reparto de economato, cuando los funcionarios observaron que un interno tenía una sábana manchada de sangre y Betadine. Según relata el sindicato, el recluso amenazó con cortarse el cuello si se acercaban más funcionarios hasta él. Después de un instante en que pareció tranquilizarse, comenzó a lanzar patadas y golpeó con el puño en la boca a uno de los trabajadores, que tuvo que ser atendido en la enfermería y trasladado luego al hospital.

El autor de esta nueva agresión es un preso muy conflictivo, que arrastra más de 170 expedientes disciplinarios por insultos, amenazas, coacciones, autolesiones, intervención de material prohibido y resistencia a cumplir órdenes. De 40 años de edad, ingresó por primera vez en prisión en 2004 por comisión de múltiples delitos como lesiones, atentado a la autoridad, salud pública, robo con violencia, quebrantamiento de condena, falso testimonio o amenazas. Sus penas suman más de 29 años de privación de libertad. Antes de recalar en Algeciras, ha pasado por los centro de León, Teixeiro, Puerto III, A Lama y Murcia.

Sin miedo a las sanciones

La dirección de la prisión de Botafuegos ha solicitado el traslado del preso a otra cárcel y ha puesto los hechos en conocimiento del juzgado de guardia por si fueran constitutivos de delito. Para ACAIP la gran cantidad de agresiones se debe, entre otros motivos, a que «el recluso no tiene miedo debido a que los hechos se tramitan judicialmente como falta y no como delito, por ello las condenas son irrisorias».

El sindicato pide a Instituciones Penitenciarias tomarse en serio estos casos actualizando el protocolo de actuación ante agresiones y tomando otras medidas. Entre ellas, piden que se reconozca como agente de la autoridad a todos los empleados penitenciarios. Se trata de una reivindicación histórica del gremio, que cree que de este modo los presos se lo pensarían dos veces ante agresiones. No obstante, lamenta ACAIP, la medida «parece que tampoco se aprobará» con el actual director de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz González.

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