(Foto de ARCHIVO) El diputado Antonio Navarro en el centro de San Francisco de Asís de Torremolinos
Málaga
El PSOE suspende de militancia al secretario general de Torremolinos tras las denuncias por acoso sexual
La Comisión Ejecutiva Federal acuerda abrirle expediente disciplinario tras tener constancia de la apertura de diligencias por parte de la Fiscalía, a donde acudió una militante a denunciarle
Tras las denuncias recibidas en la Fiscalía en su contra, el PSOE ha abierto expediente disciplinario a Antonio Navarro, secretario general del partido en Torremolinos por presunto acoso sexual.
En una resolución de la Comisión Ejecutiva Federal, el PSOE acuerda proceder a la suspensión cautelar de militancia tras tener conocimiento de la apertura de las referidas diligencias preprocesales por parte del ministerio fiscal.
La denuncia de la primera militante del PSOE de Málaga ante la Fiscalía, que data de noviembre de este año, señaló que en el último trimestre de 2021, comenzó a recibir «mensajes de contenido sexual, insinuaciones y proposiciones no deseadas ni consentidas», que le generaron «un ambiente intimidatorio, degradante y humillante». Unos mensajes enviados en el entorno laboral y también fuera y en horario nocturno.
De Madrid a Torremolinos
Madrileño de nacimiento, Navarro aterrizó en Torremolinos en el año 2010 para trabajar para una multinacional de peluquería y desde ahí fue escalando posiciones en el PSOE de la localidad. Casado y con un hijo, la denuncia de una de sus compañeras dice que los mensajes que recibía comenzaron en 2021. Tras ponerlo en conocimiento de la oficina antiacoso del partido el pasado mes de junio y observar poco movimiento, esta mujer decidió irse a la Fiscalía con ellos.
En 2017 fue elegido secretario de organización del PSOE de Torremolinos y acabaría entrando como concejal tras la elección del socialista José Ortiz en 2019, que perdería tras la moción de censura del PP que otorgó el bastón de mando a Margarita del Cid dos años después.
Naturaleza misógina e intimidatoria
En la denuncia, la militante explica que el denunciado también realizaba otras acciones que, en su opinión, «atentaban a la intimidad» y que aprovechaba cualquier ocasión para «sobrepasarse también físicamente» y aludía la supuesta naturaleza «misógina, intimidatoria y agresiva» del denunciado.
Siguiendo los cauces internos del PSOE, la denunciante puso los hechos en conocimiento de la organización en junio de este año y reiterados en octubre, siendo instruidos según el protocolo frente al acoso de la formación, pero sin que hubiera tenido respuesta sobre estas denuncias internas en el momento de la presentación de la denuncia en Fiscalía.
En la resolución del PSOE Federal se detalla que en concreto Navarro podría haber incurrido en lo que establece el artículo 85.j, que alude a la «mala conducta cívica o ética que contradiga los principios del partido, el Código Ético y de Conducta o el Código de Comportamiento y Buenas Prácticas en Redes Sociales, que sea considerada grave por el daño causado a la imagen o los intereses del PSOE».
Y también en el 86.i, que señala a una «mala conducta cívica o ética que contradiga los principios del partido, el Código Ético y de Conducta o el Código de Comportamiento y Buenas Prácticas en Redes Sociales, que sea considerada muy grave por el daño causado a la imagen o los intereses del PSOE y/o cuando contravengan nuestras resoluciones relativas a violencias contra las mujeres o contra cualquier colectivo vulnerable».