La afición del Athletic, frente a la 'fan zone' de su equipo

La afición del Athletic, frente a la 'fan zone' de su equipoR.Marbán

Sevilla acoge la final de la Copa del Rey

La afición del Athletic, ante la petición de su club: «Entiendo lo del respeto, pero yo pitaré el himno»

Sevilla ha amanecido coloreada por los colores rojiblancos. No es una frase hecha ni un símil, sino una realidad. La capital hispalense ha sido tomada por miles y miles de aficionados del Athletic de Bilbao, que se han desplazado por oleadas desde el País Vasco para presenciar la final en el estadio de La Cartuja.
Por cada aficionado del Mallorca que hoy podía encontrarse por las principales arterias de la ciudad, había un puñado de seguidores bilbaínos, que al menos esta noche y en número de seguidores, golea a su rival.
Los hinchas vascos se hacían sentir en las vías céntricas desde primera hora y según avanzaba la mañana, cada vez se concentraban más en la zona de seguidores, que en su caso, se ha ubicado en el 'Solar de las banderas', junto a la Torre Sevilla.

El Athletic mueve ficha

Precisamente, el día anterior a la disputa del encuentro, el club bilbaíno emitió un comunicado que muchos llevaban años esperando: la directiva respondía por fin a los pitos que, año tras año siempre que han llegado a la final, gran parte de los aficionados han dedicado al himno nacional en el momento previo a la disputa del encuentro.
Son miles los hinchas llegados desde el País Vasco que sueñan con que su equipo se alce con la Copa

Son miles los hinchas llegados desde el País Vasco que sueñan con que su equipo se alce con la CopaRoberto Marbán

De esta manera, el club, al menos esta vez, se ha querido adelantar a ese momento y ha pedido a sus seguidores que sean respetuosos con el himno. «El Athletic Club solicita abstenerse de realizar actos o manifestaciones que se puedan considerar una falta de respeto, incluido el momento del himno previo», precisaba el texto.
Junto a la estación de autobuses ‘Plaza de Armas’, en los aledaños del puente que conduce a la ‘fan zone’ de su equipo, Iosu y sus acompañantes comentaban a este medio: «Me parece bien que el club lo haya pedido, y yo soy de los que otras veces ha silbado el himno, pero esta vez seguramente no lo haga», declaraba, sin precisar qué era lo que le había llevado a variar su postura de censura a los acordes nacionales.

División de opiniones

Al otro lado del puente, con la vista de la Torre Sevilla desde lo alto, un grupo de jóvenes, todos ellos con camisetas y bufandas de su equipo, hacían botellón y comentaban el partido de esta noche: «Yo en política prefiero no meterme, es una cosa que no me meto», se sacudía el primero. «Ya somos dos», le acompañaba uno de sus amigos. «Pues a mí me parece bien que no se silbe, es una manera de favorecer la deportividad», remataba el tercero. «También se puede ser deportivo silbando el himno», le contestaba el primero, el que en un primer momento decía no querer meterse en política. «Yo estoy por la libertad de expresión, el que silbe, bien, el que no lo haga, bien también».
La zona de aficionados se ha visto envuelta en la polémica por la oferta de la empresa de exigir camareros que hablen euskera

La zona de aficionados se ha visto envuelta en la polémica por la oferta de la empresa de exigir camareros que hablen euskeraR.Marbán

Dentro ya del recinto, los aficionados acudían a refrescarse a las barras habilitadas, precisamente otro de los lugares que han sido foco de la polémica por la oferta de la empresa concesionaria de exigir el euskera para poder trabajar como camareros. El Debate ha comprobado que si bien los precios de las consumiciones estaban detallados en vasco, los que despachaban al otro lado de la barra se expresaban en castellano.
«Yo soy vasco, de madre gallega y padre extremeño», nos decía Dani, «y supongo que español también», añadía. «Pero a lo que te voy es que yo no creo que haya que pitar el himno, ni ahora ni nunca», proclamaba, a pesar de la censura manifiesta de sus colegas, que preferían corear la letra de ‘Sarri’, del grupo abertzale Kortatu, que en ese momento sonaba por la megafonía, y que jalea la fuga de un preso etarra de prisión. «Yo entiendo la postura del club de pedir respeto, pero yo voy a silbar esta noche, como he hecho siempre que he tenido ocasión. España no es mi país y su himno no me representa», contestaba, con un aire muy mal encarado, otra chica. «Porque juguemos la Copa española no significa que estemos de acuerdo con lo que se hace», intentaba argumentar.
La mañana transcurría y los nervios parecían aflojar a la vez que la gran cantidad de alcohol dispensado hacía sus efectos. Otro grupo de adolescentes coreaban, con gran esfuerzo para hacerse notar sobre la megafonía, consignas contra el Rey, aunque pocos eran los que les hacían caso. En general, el buen ambiente ha reinado por toda la ciudad y el compadreo entre ambas aficiones ha sido la tónica.
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