
La Guardia Civil sigue investigando el paso de al menos tres narcolanchas por el río Guadalquivir hasta Sevilla capital
Radiografía del Guadalquivir: un río donde operan los clanes «de toda la vida» al que se suma la Mocro Maffia
Algo ha cambiado en el tráfico ilegal sobre sus aguas: cada vez hay más aprehensiones de cocaína sobre el tradicional hachís y las bandas tradicionales observan como irrumpe un nuevo actor
El Guadalquivir es hoy, posiblemente más que nunca, una zona caliente del narcotráfico en Andalucía. Aunque las autoridades políticas, en boca del subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, aseguran que las imágenes virales de narcolanchas en sus aguas a la altura del estadio sevillano de La Cartuja responden al temporal y a la «mayor presión policial» que existe en otras zonas, los encargados de haberlas difundido no lo ven así.
Y es que esos vídeos, que plasmaban la impunidad con la que trabaja el narco incluso a la vista de los sevillanos, suelen estar grabados por los propios responsables policiales para alertar de la situación para que algo cambie.
Pero, ¿qué ha cambiado en el río? ¿Qué bandas son las que están operando sobre el terreno? Una cosa, a la vista de las últimas aprehensiones de la Guardia Civil, parece clara. La cocaína podría estar desplazando al tradicional hachís como sustancia con mayor tráfico en estas aguas. Para poder responder al resto de preguntas y tejer la radiografía de la situación actual, El Debate se ha puesto en contacto con Josema Vallejo, vicepresidente de la organización Policía Siglo XXI.
'Guarderías' en el río
El subdelegado gubernamental, Francisco Toscano, ha explicado que debido al temporal, que comenzó con la borrasca Herminia, las embarcaciones que se encuentran fondeadas en la costa o en la desembocadura del río «tienden a subir». Además, ha sostenido que «la presión policial, es, evidentemente, más potente». Un mensaje triunfalista que no concuerda con las imágenes que ya casi todo el mundo ha presenciado.
«El Guadalquivir está plagado de ‘guarderías’ de cocaína, hachís, de petacas de gasolina, de talleres para motores fueraborda. Esto te lo encuentras entre Sanlúcar de Barrameda y Alcalá del Río. La Guardia Civil desmantela una, desmantela otra, pero por cada una de ellas, aparecen varias más», critica Vallejo, que lamenta la inacción de las autoridades con este tema. «Piensan que si el problema se esconde debajo de la alfombra, no existe. Decir a la población que ahora mismo Andalucía está siendo pasto del narcotráfico, es bastante impopular, pero es una realidad», añade.
Una nueva y feroz competencia
Pero la actividad tradicional de las bandas de siempre, parece que otro actor relevante en el comercio ilegal de sustancias prohibidas quiere su parte del pastel, lo que sin duda puede hacer la situación insostenible.
«Lo mismo que pasaba hace 30 años en Galicia está pasando aquí. Allí eran contrabandistas de tabaco, aquí ahora están usando las rutas del hachís para la coca», apunta el mando policial.
Se trata de la Mocro Maffia, un enemigo cuyo nombre sonará a algunos, sobre todo desde que en 2024 su presunto líder Karim Bouyakhrichan fuera detenido en Marbella, para posteriormente ser puesto en libertad, momento que aprovechó para huir de España. Además, la Policía investigó la implicación de esta organización en el atentado que sufrió el político español Alejo Vidal-Quadras el pasado 9 de noviembre en Madrid.
«Mocro Maffia ha entrado con fuerza en la zona, pero todavía no actúa como tal, es decir, en nombre propio, sino que han preferido ir entrando en el 'accionariado' de todos los clanes presentes», resume el policía.
«Mientras que en Países Bajos y Bélgica actúan con su propio nombre, aquí todavía no. Pero ya está empezando a adquirir mercancía y establecer puntos de distribución allá donde puede, y al no encontrarse coto, su implantación irá a más».
Una convivencia entre bandas que de momento está resultando pacífica, aunque tensa. «De momento estamos asistiendo a una competencia 'limpia', no compiten por el territorio ni por la mercancía, pero pronto las familias tradicionales se encontrarán con que el mercado se les ha quedado muy restringido», augura.