La presente edición de las jornadas han llevado por título  ‘QUO VADIS? La Inteligencia Artificial en tiempos de incertidumbre’

La presente edición de las jornadas han llevado por título ‘QUO VADIS? La Inteligencia Artificial en tiempos de incertidumbre’El Debate

Jornadas Católicos y Vida Pública de Sevilla

La IA en el ámbito educativo: «Mejorará la educación, pero no sustituirá la esencia del docente»

El potencial de la Inteligencia Artificial en el ámbito educativo protagonizó el cierre de las XVIII Jornadas Católicos y Vida Pública de Sevilla, desde las que se han abordado las posibilidades y los desafíos que constituye esta herramienta en áreas vitales como el sanitario.

Mariano Real Pérez, profesor de Matemáticas, fue el encargado de impartir la conferencia ‘La revolución educativa: IA y el futuro del aprendizaje’, tras ser presentado ante la audiencia por Beatriz Hoster, vicerrectora de la CEU Fernando III de Sevilla.

Real recordó que la IA «emula a través de sistemas informáticos los desarrollos que hacemos en la mente» y puso algunos ejemplos del pasado que permiten entender cómo hemos llegado a este presente. «Esa inteligencia arrancó en 1950 y está sufriendo una evolución muy rápida. En 1997, DeepBlue venció al campeón mundial de ajedrez. Hoy día, está en casi todos los ámbitos de nuestra vida, lo que sugiere que los cambios son tan rápidos que como sociedad no somos capaces de asimilarlos y pararnos a pensar qué valores éticos y morales debemos priorizar», lamentó, antes de entrar de lleno sobre su impacto en el terreno de la educación.

«Como educadores, sabemos que debemos preparar con las herramientas del presente al alumno que se integrará en el mercado del futuro», reclamó. «¿Alguien pone en duda que nuestro alumnado no utiliza la IA?», preguntó a la audiencia. «Como educadores debemos enseñarles a utilizarla dentro de una ética y unos valores», añadió a continuación. «Debe haber un cambio metodológico a la par que se produce ese cambio tecnológico. Hay una parte de los docentes que tienen miedo a introducirlo».

«Como docentes, debemos ser críticos con el contenido que nos ofrece la IA», avisó, para introducir la idea de que no todo lo generado por esta herramienta es útil o válido. «La responsabilidad del profesorado pasa por su criterio ético y moral a la hora de utilizarla, ¿por qué? Porque falla. Sus entrenamientos no son tan aleatorios como pueden aparentar, hay que tener cuidado con lo que nos proporciona», terció. «Debemos ser los primeros críticos a la hora de utilizarla, enseñando al alumnado a serlo también».

Para Real, la «gestión de los datos» es el caballo de batalla del momento, por cuanto la IA transforma un proceso no exento de riesgos. Por ejemplo, cuando determinados gobiernos o regímenes estén interesados en introducir determinados datos con los sesgos que les convengan.

«La preocupación de los docentes es que un trabajo no haya sido hecho por la IA, aunque la IA ya te dice hasta si un texto está o no generado por la propia IA», recalcó.

«La IA comete errores, pero la podemos entrenar, porque la herramienta ‘aprende’», finalizó.

La esencia del docente

Tras su intervención, fue momento de la mesa redonda ‘¿Maestros o máquinas? El papel de la IA en la educación’. El presentador fue Federico Jiménez de Cisneros, miembro de la Comisión Organizadora, con la moderación del profesor Javier Sierra. Intervinieron Inés Prieto, profesora de primaria; Susana Castilla, profesora de secundaria y Carolina Wisner, profesora de Derecho en la CEU Fernando III.

La profesora Prieto dijo que cuando ha detectado que un alumno ha copiado mediante la IA, ha aprovechado para establecer un debate para que sus compañeros critiquen un texto extraído mediante esta herramienta. Sin embargo, la IA «también me ha dado satisfacciones» como por ejemplo, el poder atender a todos, como aquellos que están mas desatendidos, como «los alumnos de necesidades especiales».

Wisner contó que, tras la irrupción de ChatGPT, se dedicó a formarse antes de llevarlo a sus clases. «Ahora es un nuevo compañero, y en determinados ejercicios, vimos que hasta esta herramienta tiene sus propias alucinaciones».

La profesora Castilla añadió que las circunstancias socioeconómicas influyen mucho, ya que algunos alumnos hasta se pueden permitir el ChatGPT de pago, mientras que otros, a causa de la brecha digital, se van a quedar atrás. «Si tienen carencias a estos niveles, se notará», lamentó. «Los profesores ya no evaluamos un examen, sino un proceso, no solamente el producto final», aseveró.

Además, Wisner pidió a la concurrencia recordar a aquellos profesores que nos marcaron en algún momento. «Esa esencia de aquellos docentes, ¿será reemplazables por un robot?». Un docente no quedará resumido en eso, la IA, como internet y el ordenador, nos dará beneficios, por ejemplo, cuando nos libera de tareas burocráticas, pero yo creo en ese docente que se preocupa por un alumno que por ejemplo no ha venido, eso es insustituible por una herramienta. Educamos a personas por personas".

Prieto estuvo de acuerdo. «El contacto con el alumno no lo tiene la IA. Inteligencia artificial sí, pero con pensamiento crítico». Castilla, a modo ya de cierre añadió: «los docentes somos estudiantes también, por eso nos podemos poner en su lugar». A modo de conclusión, Wisner remató: «Hay que cuidar nuestro pensamiento crítico para poner a prueba a la IA. Venimos a compartir saberes, con la IA todos somos aprendices y maestros».

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