
Las familias de este CEIP llevan solicitando que se renueve su nomenclatura desde hace años
Memoria Democrática
La ‘Memoria Revanchista’ se lleva de un colegio de Sevilla a Calvo Sotelo, asesinado antes de la guerra civil
La dirección del centro sortea la ley añadiendo la palabra 'Presidente' para homenajear a su sobrino Leopoldo, pero las asociaciones de familias y la izquierda no quieren ver ningún Calvo Sotelo en el nombre
Así se las ingeniaron los vecinos de un barrio de Camas para burlar el rodillo de la Memoria Democrática
La Ley de Memoria Democrática, que también podría llamarse de Memoria Revanchista, se lleva por delante la denominación del CEIP Calvo Sotelo, un centro escolar de titularidad pública situado en Sevilla.
Y todavía, dando gracias, ya que la dirección y el profesorado, para poder cumplir con los preceptos de dicha norma, votaron a favor de incorporar el término ‘presidente’ a su nombre actual, para poder salvar la papeleta.
De esta manera, el centro pasa de llevar el nombre del político asesinado en los prolegómenos de la guerra civil española, cuando era diputado de la derecha, para pasar a hacerlo con el de su sobrino Leopoldo, segundo presidente de la democracia, cuando sucedió a Adolfo Suárez.
«Blanquear el franquismo»
La asociación de familias, por su parte, se opuso a la nueva denominación, al entender que el nombre escogido, CEIP Presidente Calvo Sotelo, «blanquea el franquismo», lo que en su día supuso la ruptura de relaciones entre los responsables del centro educativo y las familias, según recoge Diario de Sevilla.
Esta escuela se había ideado en 1935, último año en el que el régimen político en España fue el de la II República. Se trataba de dos edificios —tal y como se proyectaba la educación en la época, uno para niños y otro para niñas— cuyo nombre sería el de Huerta de los Granados, en referencia al lugar en el que se iba a levantar.
Con el inicio de la contienda militar, su inauguración se retrasó dos años, no teniendo lugar hasta 1937, ya con el bando nacional controlando la capital hispalense. Fueron las autoridades de la ciudad los que decidieron darle el nombre que aún hoy tiene, en memoria y homenaje a José Calvo Sotelo, que había sido ministro de Hacienda durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, y posteriormente diputado con Renovación Española.
Sus intervenciones parlamentarias le granjearon una gran popularidad entre los sectores conservadores, a la vez que el odio y la ira de una parte de la bancada más radical de la izquierda.
En 13 de julio de 1936, fue secuestrado por un grupo donde había elementos de la guardia de Asalto y civiles pertenecientes a milicias socialistas, con el objetivo de vengar la muerte, un día antes, de su teniente, José Castillo. A pesar de ser diputado y, por tanto, gozar de inmunidad parlamentaria, fue asesinado.
Insuficiente
Para la Asociación de Familias de Alumnos (AFA) La Graná, está actualización es insuficiente y propone regresar al nombre original, Huerta de los Granados. Lo mismo que para IU en la ciudad de Sevilla, que ha pedido al Ayuntamiento que rechace la propuesta de la dirección para no «maltratar» la Ley de Memoria Democrática.