
Luis de la Fuente, durante su intervención en la CEU Fernando III
Charla 'CEU Talks' en el Campus de la Universidad Fernando III
Luis de la Fuente: «No renuncio ni a mi fe ni a mis principios; solo pido que, como católico, se me respete»
El seleccionador nacional ofrece una inspiradora charla en el campus CEU Sevilla donde apuesta por los «valores» y la «formación» para poder seguir construyendo «equipos» que nos lleven a alcanzar los logros
El seleccionador nacional Luis de la Fuente se ha dado un baño de masas en la mañana de este lunes en su visita al campus de la CEU Sevilla, en Bormujos. El entrenador, que fue recibido con una calurosa ovación a su entrada en el salón de actos, abordó en su intervención, como parte de una nueva edición ‘CEU Talks. Inspiring Education’, su manera de entender su profesión, pero no solo desde el punto de vista profesional, sino también humano.
«La formación en valores es fundamental. Yo selecciono buenos jugadores, pero selecciono también a las mejores personas. Un objetivo no se consigue si no voy a acompañado de buenas personas y para ello necesito conocer la materia prima».

El seleccionador nacional ofreció una inspiradora charla en el campus CEU Sevilla apostando por mantener los valores y la formación
El riojano aseguró que día a día «intento mejorar en el plano profesional pero sobre todo en el humano. Los éxitos deportivos están muy bien, pero las personas son lo más importante. El éxito es el equipo. Nosotros hemos aplicado eso de que la unión hace la fuerza. En cualquier actividad profesional, el talento individual tiene que estar puesto al servicio del grupo».
«Antes estaba muy de moda el modelo del 'ordeno y mando'. Hoy la gente demanda otra cosa. Evidentemente, la disciplina debe ser entendida como algo en positivo, no en negativo, pero hoy se demanda más información, y para ello hay que pasar por convencer a la hora de mandar un mensaje».Hay una horquilla de diversidad en la que yo busco que se me respete como católico, no que me dejen fueraSeleccionador nacional de fútbol
A su vez, el entrenador de la selección absoluta demandó a todos, ocupemos el puesto que sea, dar un paso adelante; «No se puede dejar siempre que tiren del carro los demás. Debemos ser los primeros en autoexigirnos. Yo el ‘es que’ lo llevo fatal. La justificación casa mal con el compromiso.»
La juventud y el fracaso
El entrenador, muy ligado con esta ciudad y sus tradiciones (fue jugador del Sevilla, dirigió a su equipo juvenil y pertenece a la hermandad de El Cachorro), descartó la idea de muchos de que el futuro será negro a causa de la actual 'generación de cristal' con el que se quiere englobar, parece, a todas las nuevas generaciones. «Yo soy optimista con el futuro. A mi generación quizás le faltó formación, porque eran otros tiempos, que hemos debido ir adquiriendo con el paso del tiempo. Hacerlo fue nuestra responsabilidad. La ventaja vuestra es que tenéis las mejores posibilidades a vuestro alcance. Eso para mí augura un gran futuro»
Además, aseguró a la audiencia que si se trabaja y se hacen las cosas «con pasión», ya se ha ganado. Nadie puede echarse en cara no haber conseguido el objetivo si se ha hecho todo lo mejor posible. «Cuando se da todo lo que tenemos, y ponemos lo mejor de uno mismo, es suficiente para desterrar la palabra fracaso. Para mí, el fracaso no existe, siempre y cuando estudies, trabajes y entrenes todo lo que sabías que debías hacer. Cuando desdramatizas una derrota, la gente trabaja más tranquila. Debemos entender que el rival tiene derecho también a ganarte la partida, sencillamente porque ha trabajado más o ha sido mejor que tú».
Referente católico
Luis de la Fuente es un reconocido católico, y no se esconde. Cada vez que ha sido preguntado por ello, ha expuesto su fe sin complejos. Hoy tampoco fue la excepción, dando estos argumentos: «Yo no renuncio ni a mis principios ni a mis valores. Hay una horquilla de diversidad en la que yo busco que se me respete como católico, no que me dejen fuera. Provengo de una familia católica, pero soy yo quien ha elegido ser católico desde el convencimiento. He tenido mis momentos de duda, como todos. Esos momentos donde se impone lo material, aunque luego reparemos que lo material se va solo, lo que permanece es la esencia humana. A mí, mi fe me ayuda y me da la tranquilidad a la hora de tomar decisiones. Y además me hace ser mejor persona, lo que me permite dar lo mejor de mí».
«Hay gente con mis mismas inquietudes religiosas, pero por temor no se atreven a exteriorizarlas. Desde la libertad, la gente, en un marco de respeto, debe poder decir lo que piensa libremente, y eso sería lo bonito, poderlo decir».