Proyecto básico del nuevo Estadio Benito Villamarín

Proyecto básico del nuevo Estadio Benito VillamarínReal Betis Balompié

Sevilla

Podemos amenaza con torpedear la reforma del estadio del Betis: «Esto va a acabar en los tribunales»

El Ayuntamiento de Sevilla defiende el proyecto, niega cualquier irregularidad y lamenta las «amenazas con temas de juzgados»

El proyecto de reforma del Estadio Benito Villamarín, impulsado por el Real Betis Balompié y respaldado por el Ayuntamiento de Sevilla, no está exento de polémica en el ámbito político. Podemos amenaza con torpedear el plan del club heliopolitano. «Esto va a acabar en los tribunales», ha dicho este viernes su portavoz en la Comisión de Control y Fiscalización del Gobierno municipal.

El proyecto del Betis, aprobado inicialmente por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento el pasado 24 de abril, contempla la construcción de un nuevo edificio de hasta 47 metros de altura en la parcela anexa al estadio, con usos hoteleros, deportivos, de salud y ocio. También se incluye un aparcamiento subterráneo con capacidad para 400 vehículos. La superficie total afectada alcanza los 44.232 metros cuadrados, entre terrenos municipales y privados.

La portavoz municipal de Podemos-IU, Susana Hornillo, ha afirmado que el estudio de ordenación está diseñado «a medida de los requerimientos» del Betis y plantea una propuesta «muy lucrativa» para el club. Según ha dicho, el documento implica la cesión de «9.300 metros cuadrados de suelo público» valorado en 9,4 millones de euros al Betis, a cambio de unas compensaciones reducidas a «4.300 metros cuadrados» en los «locales comerciales» del nuevo recinto.

El delegado municipal de Urbanismo, Juan de la Rosa (PP), le ha negado la mayor y cualquier irregularidad al respecto. Así, ha lamentado las «amenazas con temas de juzgados», sobre todo porque, como ha señalado, en la tramitación ya hubo una primera consulta ciudadana y ahora está en marcha otra con el periodo de información pública de esta iniciativa, que ha definido como un «proyecto de ciudad» que se ajusta al convenio firmado en 2006 con el Real Betis.

Además, De la Rosa ha destacado que la iniciativa no implica pérdida de equipamientos públicos, sino que prevé ceder al Ayuntamiento 3.000 metros cuadrados para dotaciones públicas, además de liberar 2.500 metros en la fachada del estadio sobre la avenida de la Palmera.

Alegaciones

Durante la fase de consultas previas, Ecologistas en Acción y varias asociaciones vecinales presentaron alegaciones que han sido remitidas a los promotores para su consideración. Los vecinos muestran recelo y rechazo hacia la obra, señalando que un edificio con «32.000 metros cuadrados de suelos de usos terciarios tensionaría aún más un sector ya saturado, afectando gravemente a la calidad de vida y al paisaje urbano heredado de la ciudad de la Exposición Iberoamericana de 1929».

No obstante, el proyecto cuenta con un informe ambiental estratégico favorable, emitido por la Consejería de Sostenibilidad, condicionado al cumplimiento de ciertos requisitos ambientales, «va a proporcionar un impacto positivo de gran valor a la imagen de Sevilla, mediante un edificio icónico, de representatividad de la ciudad, y reconocimiento colectivo, con proyección de la imagen internacional, posicionándose como nuevo nodo de centralidad activador de sinergias urbanas», según el Ayuntamiento.

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