Cosechadora en un arrozal de Isla Mayor

Cosechadora en un arrozal de Isla MayorFelipe Rodríguez | iStock

Sevilla

Las importaciones masivas de arroz desde Asia, la nueva amenaza contra el campo andaluz

Los agricultores reclaman a Bruselas una aplicación efectiva de la cláusula de salvaguardia para protegerse de los productos de Camboya y Birmania

La provincia de Sevilla es la principal productora de arroz de España, una credencial que ha mantenido en las últimas temporadas pese a las dificultades ocasionadas por la falta de lluvias. Ahora, una vez superada esa sequía, el sector se enfrenta a otra amenaza, como son las importaciones masivas de arroz desde Asia, concretamente desde Camboya y Birmania; no en vano los agricultores exigen soluciones a las autoridades europeas.

Según los datos recabados por el sector arrocero, las importaciones de arroz procedentes de países ajenos a la Unión Europea hasta el pasado mes de agosto ascendían a 1.586.000 toneladas, casi 70.000 más que en la campaña anterior. Camboya y Birmania copaban 522.000 toneladas del total. Se da la circunstancia de que este volumen ha hundido los precios más de un 15 % en los últimos meses, lo que ha encendido las alarmas.

Las organizaciones agrarias advierten de que esto va camino de convertirse en una amenaza estructural que puede comprometer la viabilidad del cultivo en el Bajo Guadalquivir, de ahí que reclamen a Bruselas una aplicación efectiva de la llamada cláusula de salvaguardia, a riesgo de que los umbrales fijados para su activación sean tan elevados que «se coloque una cifra imposible de alcanzar, y entonces es como si no se hubiera hecho nada».

La cláusula de salvaguardia permite adoptar medidas de protección cuando las importaciones masivas desde terceros países desestabilicen el mercado. En la actualidad se discute una propuesta sobre su funcionamiento que «recoge numerosas mejoras defendidas y negociadas con el apoyo del Parlamento Europeo», según Asaja, que advierte, sin embargo, de que no serán suficientes si los límites de aplicación se mantienen fuera del alcance real del sector.

Así las cosas, los agricultores exigen a Bruselas que no jueguen con las cifras para hacer inoperante e inaccesible la cláusula y que adopten un mecanismo realmente aplicable, «capaz de proteger a los arroceros españoles y europeos de la competencia desleal».

En el caso de la competencia asiática, el problema no se limita al incremento de las importaciones a bajo precio, sino que va más allá. Los agricultores denuncian que la Unión Europea facilita la entrada de arroz de países terceros sin exigirles los mismos controles fitosanitarios que se aplican dentro del territorio comunitario, lo que genera un agravio comparativo y eleva los costes de producción para quienes cultivan en Europa.

Acuerdo con India

El problema se agrava con el acuerdo comercial que la Unión Europea está negociando con India, el mayor exportador mundial de arroz, y que podría cerrarse antes de final de año. Los arroceros sevillanos temen que este país goce de un acceso preferente al mercado comunitario a raíz de este pacto, ya que comprometería gravemente la supervivencia del sector.

Por otra parte, desde Asaja Sevilla avisan del «impacto tremendamente negativo sobre el sector arrocero europeo que supondrá la puesta en marcha del acuerdo comercial entre la UE y Mercosur en sus términos actuales», dado que contempla la entrada sin aranceles de 60.000 toneladas de arroz que se sumarían a las importaciones asiáticas en condiciones de competencia desleal.

Copa-Cogeca, la organización que aglutina a agricultores y cooperativas europeas, ha reclamado a Bruselas que considere el arroz como «producto sensible» a la hora de negociar acuerdos comerciales con terceros países.

Todo ello se enmarca en un contexto en el que los arroceros denuncian también la reducción de productos disponibles para combatir plagas y enfermedades. Las exigencias ambientales y la pérdida de herramientas fitosanitarias recortan los márgenes de producción, a lo que se unen precios cada vez más bajos por culpa de las importaciones. La combinación de factores amenaza el equilibrio económico y agronómico de los arrozales del Bajo Guadalquivir.

Temas

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas