
Lagunas de Ruidera
El paraíso de cuento en Ciudad Real conocido como «el oasis de La Mancha»
Los cielos en la Tierra siempre se ven lejanos, pero este está en España, bien cerca, en medio de la seca llanura, como surgido por la magia
Don Quijote dijo que tales maravillas procedían de algún encanto del mago Merlín, que había convertido a las hijas de la dama Ruidera en lagunas, y, por supuesto, no andaba desencaminado.

Lagunas de Ruidera
Una mente hermosamente trastornada con naturalidad podría, como puede, explicar la belleza de este paraje natural en Ciudad Real por la intervención de la magia: las «mutaciones de Guadiana», el escudero (el río Guadiana) al que se refería el ingenioso hidalgo.

Un árbol en medio de las lagunas
Don Quijote soñó en la cueva de Montesinos, perteneciente al Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, y al final de su viaje, frente al mar Mediterráneo en Barcelona, lo comparó con las lagunas de su antiguo paraíso:
«Tendieron don Quijote y Sancho la vista por todas partes: vieron el mar, hasta entonces dellos no visto; parecióles espaciosísimo y largo, harto más que las lagunas de Ruidera, que en La Mancha habían visto...».

Lagunas de Ruidera
Un paraje incomparable de gran belleza que comprende 30 kilómetros conformando el valle del Alto Guadiana, incluido su nacimiento. Las lagunas en realidad son más bien remansos (de paz) transparentes en el discurso del río. Con cascadas espumosas y gráciles y distintas formaciones geológicas.
También los aguas son transparentes, dependiendo del lugar extenso y cambiante, siempre dentro de los límites del encanto, el de Don Quijote y el real. El llamado «oasis de La Mancha» en medio de las áridas planicies de la región, como para no pensar en Merlín al contemplarlo.