Cueva de la Vieja de Alpera (Maqueta)
Ecos del pasado: El arte rupestre más representativo de Castilla-La Mancha
Una muestra de algunos de los muchos conjuntos rupestres de la región, que ayudan a comprender los primeros pasos del hombre en el mundo
Desde los albores de la humanidad, el hombre ha dejado plasmada su huella. Pasar a la posteridad por medio de un esbozo, dibujo, símbolo o interpretación no formaba parte de las intenciones de aquellos hombres. Las pinturas rupestres representan ritos mágicos y parecidos al actual concepto de religión, por el cual reflejaban la espiritualidad de la época y también actos cotidianos de la vida de entonces.
Debido a la multitud de estilos, lugares y, sobre todo, a la separación geográfica hallada en las distintas muestras, resultaría erróneo generalizar en las intenciones de las representaciones reflejadas por el paso de las diferentes ‘tribus’ que poblaban el mundo.
Las manifestaciones plasmadas en la Prehistoria se encuentran comúnmente en cuevas o abrigos rocosos y ayudan a entender las inquietudes de los primeros hombres, así como los animales que cazaban, las relaciones entre ellos y los ritos que marcaban su vida.
Las pinturas utilizadas normalmente se llevaban a cabo por medio de plantas, grasas animales y minerales. Con dicha combinación de materias primas se hallan diversos estilos prehistóricos y de todos ellos, en Castilla-La Mancha destacan el Paleolítico, Esquemático y Levantino.
Diferentes estilos
Por orden de antigüedad, el arte Paleolítico responde a las primeras manifestaciones artísticas realizadas por el hombre y datan entre los 37.000 y los 12.000 años. En este caso, casi todas las interpretaciones responden a la figura de diferentes animales, para las que se combinaba la pintura y el dibujo. En Castilla-La Mancha se encuentran muestras de este estilo en Albacete y Guadalajara, también con alguna representación humana puntual, pero destacando imágenes de la naturaleza que arroja luz al estilo de vida cazador y recolector del hombre antiguo.
Más cercano a la Edad de los Metales, se encuentra el arte Levantino desarrollado en mayor medida durante el Neolítico. La figura del hombre gana protagonismo, aunque sigue siendo un estilo cargado de naturalismo y de representaciones animales. Es en este periodo donde el estilo se decanta por las ilustraciones de rituales, además de reflejos de situaciones de caza y guerra. Una información fundamental para ahondar en el entendimiento de la evolución humana. Albacete, Cuenca y Guadalajara representan un gran exponente del estilo Levantino, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1998.
Por último, el estilo Esquemático presenta la evolución de las pinturas a un plano verdaderamente artístico. La imagen tiende a ser menos realista y en algunos casos resulta complicado entender el sentido de la representación. El artista del momento interpreta mediante trazos simbólicos sus ideas, por lo que arroja pinturas con un punto de vista muy personal. Muchas veces comparte ubicación con el Levantino y su época va desde el Neolítico a la Edad de Hierro, siendo la Edad de Bronce su era de esplendor.
En la región se han hallado más de cuatrocientos lugares con vestigios de pinturas rupestres. Navegando a través de los diferentes estilos expuestos, a continuación se presentan aquellos lugares de mayor interés y reconocimiento.
Cueva de La Vieja (Alpera, Albacete)
Arquero en la Cueva de La Vieja (Alpera)
Un alarde de arte Levantino, aunque también con figuras del Esquemático en su más de 170 figuras humanas, sobre todo, arqueros en situación de caza o en solitario. También aparecen pinturas de animales como toros, cabras, ciervos y hasta un caballo. Todo ello destacado por su color rojo y fino trazo, muy diferente a las esquemáticas con las que comparte piedra. Estas presentan figuras geométricas, muchas de ellas abstractas, realizadas casi siempre con los dedos. Estas pinturas fueron halladas en 1910 por Pascual Serrano y adquirió una profunda expansión internacional gracias a la investigación francesa.
En este espacio convive una tradición de miles de años, en los que el hombre se adentraba en el abrigo de la cueva para llevar a cabo sus rituales. La evolución en sí misma reflejada en la piedra declarada Monumento Histórico Artístico (1924), Bien de Interés Cultural (1985) y Patrimonio de la Humanidad (1998).
Peña Escrita y La Batanera (Fuencaliente, Ciudad Real)
Pinturas esquemáticas de La Batanera
Un descubrimiento histórico. Las primeras pinturas rupestres halladas en el mundo, aunque no son las más antiguas. Ambas fueron descubiertas en 1783 y forman parte del arte Esquemático. Las dos halladas en Fuencaliente, destacan por el notable número de figuras expuestas en el conjunto de piedras.
El descubrimiento se atribuye a Francisco José López de Cárdenas, cura de Montoro, que se encontraba en la zona buscando minerales y antigüedades para el Conde de Floridablanca, que más tarde destinaría al Real Gabinete de Historia Natural desarrollado por Carlos III. El párroco se impresionó ante el hallazgo, el cual creyó estar relacionado con pueblos fenicios o egipcios de la antigüedad y gracias a él existen las primeras copias realizadas sobre pintura rupestre en España.
Al descubrimiento no se le daría el reconocimiento merecido hasta el siglo XX, coincidiendo con el conocimiento de nuevos vestigios que motivaron el estudio e interpretación de estas primeras expresiones artísticas del ser humano. La de La Batanera se ubica cerca de la chorrera del río Cereceda y recoge tres conjuntos próximos. En ellos aparecen hasta cuarenta representaciones, la mayoría humanas, aunque se hallan otras de difícil interpretación por su marcado estilo Esquemático.
Por su parte, Peña Escrita cuenta con 104 figuras de hombres y mujeres con el sexo evidenciado y acompañadas por animales como ciervos y cabras o incluso representaciones del Sol. Desde 1924 están declaradas como Monumento-Histórico-Artístico.
Abrigo Grande (Minateda, Albacete)
Figuras de animales acompañados de hombres en Minateda
Las de Minateda datan de diferentes momentos entre hace 8.000 y 3.000 años. Juan Jiménez Llama daría con ellas en 1914 y en su momento supuso, junto Altamira, una de las mejores conservadas en la época. En su mayoría Levantino, también presenta pequeñas muestras del Esquemático en sus más de cuatrocientas figuras.
Se destaca el conjunto de animales típicos, como cabras, ciervos, toros y caballos, que incluso aparecen rodeados por arqueros en situación de caza. También se destaca una madre con su hija de la mano e incluso un rebaño de cabras haciendo camino, que perviven en la piedra de Minateda. Esta pequeña cavidad, de unos veinte metros, fue también recogida como Patrimonio de la Humanidad en 1998.
Abrigos de Peña del Escrito (Villar del Humo, Cuenca)
Jabalí y ciervo en la Peña del Escrito
Compuesto por tres abrigos, albergan unas 170 figuras típicas del Levantino. Las representaciones animales se destacan en estas pinturas, de nuevo con presencia de ciervos, toros, caballos e incluso conejos y jabalís. El hombre de nuevo aparece en actitud de caza y cuenta con una menor representación de mujeres, aunque muchas figuras están asexuadas. En este conjunto llama la atención también la presencia de algunos animales carnívoros como osos o lobos con colores predominantemente rojos, pero con algunos detalles anaranjados y violetas.
Descubiertas en 1918, poseen una antigüedad de entre 8000 y 3500 años y están catalogadas Patrimonio de la Humanidad. Refleja el claro tránsito del estilo Levantino al Esquemático con la convivencia de pinturas en el mismo lugar.
Solana de las Covachas (Nerpio, Albacete)
Ciervo de Solana de las Covachas
Uno de los mayores alardes rupestres del Levantino se presenta en hasta nueve cavidades repartidas en la cabecera del río Taibila. Más allá de las ya comunes representaciones de caza, poco presentes en este conjunto, las de Covachas aportan una interesante representación de figuras danzando alrededor un personaje masculino.
Este reflejo de la espiritualidad del momento, arroja detalles de alto valor a la hora de poder llegar a una idea del desarrollo de los ritos, bien mágicos o religiosos, de aquellos que dieron los primeros pasos de la evolución humana.
Este conjunto rupestre fue descubierto en 1954 y forma parte del Arco Mediterráneo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.
La región cuenta con muchos más conjuntos rupestres de reconocido valor. Observar estas pinturas en persona, presenta una atractiva manera de realizar turismo dentro de la naturaleza y conectar con el hombre del pasado. Trazos con milenios de historia, que trasladan las grandes inquietudes del hombre desde tiempos inmemorables.