El expresidente del Gobierno Felipe González y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page
Felipe González sacude el debate: «El mando a distancia de Puigdemont es una anomalía en la política española»
El expresidente del Gobierno respalda la preocupación de Emiliano García-Page y reclama que Salvador Illa marque con claridad el rumbo en Cataluña
El expresidente del Gobierno, Felipe González, ha lanzado este martes un mensaje contundente sobre el papel que sigue jugando Carles Puigdemont en la política nacional y catalana. Lo ha hecho en una entrevista en Espejo Público (Antena 3), donde ha respondido a una pregunta de Susanna Griso a propósito de unas declaraciones recientes de Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha.
La periodista ha recordado la frase con la que Page ironizó sobre el expresident: «Ya que Puigdemont tiene el mando a distancia de la política española, espero que no lo tenga en Cataluña, que hasta ahora parecía que en eso Illa era soberano, ¿no?».
Ante esta reflexión, González no ha dudado en secundar la preocupación: «Sí, con los márgenes de maniobra de que si hay un acuerdo entre Sánchez y Puigdemont, que afecta al ámbito competencial catalán, con Esquerra en parte también, pero menos, ese acuerdo es válido, como si lo hubiera hecho el presidente de la Generalitat. Y eso, funcionalmente, es una anomalía».
Page reclama claridad tras la cita Illa-Puigdemont
Las palabras de González llegan después de que García-Page mostrara su malestar por la reunión mantenida entre el president de la Generalitat, Salvador Illa, y Puigdemont. El encuentro, que calificó de «críptico e indescifrable», reavivó las dudas en el PSOE sobre quién marca realmente la agenda en Cataluña.
El dirigente castellanomanchego insiste en que Illa debe dejar claro que «en Cataluña el presidente es él, y que no hay mando a distancia». Y añade: «Ya que Puigdemont lo ejerce en España, que no lo haga también en Cataluña. Sería doloroso para los catalanes».
Un debate que atraviesa al PSOE
Tanto las declaraciones de González como las de Page reflejan la creciente inquietud en el socialismo ante el peso político del líder de Junts. Mientras el Gobierno central mantiene conversaciones con Puigdemont para asegurar la estabilidad parlamentaria, desde sectores críticos del PSOE se alerta de la cesión de protagonismo a quien fue president y hoy continúa como eurodiputado, huido de la Justicia española.