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HeladaUnsplash · Alexander Sinn

El aliento del Ártico congela Castilla-La Mancha: primeras heladas del otoño

La región vivirá una semana de frío invernal, con amaneceres bajo cero y máximas que no pasarán de los 10 grados

Castilla-La Mancha se enfrenta a una semana gélida. A partir de este martes, una masa de aire ártico dejará heladas generalizadas y un descenso progresivo de las temperaturas que alcanzará su punto más frío entre el jueves y el viernes. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los termómetros caerán entre 5 y 10 grados por debajo de lo habitual para estas fechas, con valores propios «de pleno invierno».

Heladas desde el martes

El portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, ha adelantado que el cambio será brusco. Desde la madrugada del martes, las mínimas bajarán de cero en amplias zonas del interior, con heladas en los valles y páramos de Cuenca, Guadalajara y Toledo, y registros cercanos a los -5ºC en zonas de la Serranía conquense y la comarca de Molina de Aragón.

El ambiente frío se mantendrá también durante el día. En muchas localidades manchegas, las máximas no superarán los 10ºC, y en capitales como Cuenca o Guadalajara podrían quedarse en torno a los 6 o 7 grados. Las jornadas del jueves y viernes serán especialmente duras, con sensaciones térmicas aún más bajas por efecto del viento del norte.

Viernes, el día más frío

La masa de aire ártico tocará fondo el viernes, cuando se espera el día más frío del episodio. En algunos puntos del interior de Cuenca y Guadalajara se podrían alcanzar los -7ºC, mientras que en Toledo, Ciudad Real y Albacete las mínimas se moverán entre -2ºC y 0ºC.

Durante las horas centrales del día, las máximas seguirán muy contenidas: apenas 8ºC en Toledo, 6ºC en Cuenca y en torno a 10ºC en Ciudad Real y Albacete. Unos valores «muy bajos para mediados de noviembre», según la Aemet.

Ambiente invernal en toda la región

El aire frío del norte no solo traerá heladas, sino también una sensación térmica especialmente baja debido al viento moderado que soplará durante la segunda mitad de la semana. En zonas altas de la Sierra de Alcaraz, el Alto Tajo y la Serranía de Cuenca, no se descartan nevadas débiles a partir del jueves, cuando la cota podría situarse en torno a 1.000 metros.

El jueves y el viernes se espera además un cielo despejado o poco nuboso en la mayor parte de Castilla-La Mancha, lo que favorecerá el enfriamiento nocturno y aumentará el riesgo de heladas fuertes en el campo. Los agricultores deberán extremar las precauciones ante este descenso repentino de las temperaturas, que afectará tanto a cultivos como a infraestructuras rurales.

Ligera mejoría el domingo

Según los modelos meteorológicos, a partir del domingo podría llegar aire más templado que devolvería las temperaturas a valores normales para la época. No obstante, la Aemet advierte de que la recuperación será lenta y que las heladas podrían repetirse en puntos del interior durante las primeras horas del lunes.

En resumen, Castilla-La Mancha vivirá su primera semana de auténtico invierno: heladas generalizadas, días fríos y un ambiente propio de diciembre. Una entrada de aire polar que dejará al descubierto los paisajes blancos de las sierras y recordará que, este año, el invierno ha decidido adelantarse.

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