Ledesma, el pueblo de Salamanca donde descansan los restos de los pastores de Belén

Ledesma –también conocida por su antiguo nombre, Bletisa– cuenta con una historia que se remonta a la época prerromana. Poblada por los vetones, más tarde fue romanizada y se convirtió en un enclave estratégico por su situación junto al río Tormes. De esa época se conservan restos de calzadas y estructuras defensivas, aunque su mayor desarrollo llegó en la Edad Media.

Durante los siglos XIII al XV, Ledesma se convirtió en un centro de poder nobiliario y religioso. La presencia de linajes como los Alcañices y la influencia del obispo de Salamanca dejaron una profunda huella en su arquitectura urbana.

Sin embargo, quizás por lo que la localidad es más conocida es porque su iglesia guarda unas reliquias de leyenda: los restos atribuidos a tres pastores que acudieron a Belén cuando nació Jesús. Según cuentan, estos restos llegaron a la localidad salmantina de la mano de Micael Dominiquiz, un caballero originario de Ledesma que tomó parte en las Cruzadas en una época en la que, ante el peligro de una invasión en Tierra Santa, los cristianos optaron por trasladar las reliquias a distintos lugares para protegerlas.

Las reliquias de los tres pastores

El Evangelio de San Lucas cuenta que unos pastores dormían al raso cerca de Belén la misma noche en la que nació Jesús. Mientras dormían, apareció un ángel que los despertó y les dijo que debían ir a adorar al Hijo de Dios. Los tres pastores citados en este santo texto eran José, Isaac y Jacobo.

De acuerdo con antiguos documentos, los tres personajes fueron sepultados en Siar-el-Ganem, un lugar cercano a la Cueva de los Pastores en Belén, donde más tarde se edificó el conocido como Convento de los Pastores. La tradición sostiene que el caballero descubrió estos restos durante uno de sus viajes, en algún momento entre los años 900 y 1149. Según la leyenda, halló un cofre que contenía huesos humanos, zurrones utilizados por pastores y unas tijeras de esquilar, elementos que lo llevaron a pensar que se trataba de las reliquias de los tres pastores que presenciaron el nacimiento de Jesús.

Los restos se encuentran bajo el altar de la iglesia de San Pedro de Ledesma, donde puede leerse la siguiente cita: «Los gloriosos Josepho, Isacio y Jacobo, pastores de Belén, que merecieron ver y adorar los primeros a Christo Dios y hombre recién nacido en el portal».