
Un animal atacado por buitres en las provincia de Soria
Los buitres se ceban con la cabaña ganadera de Castilla y León
ASAJA Soria denuncia que se están intensificando los ataques de buitres al ganado después de que en Salamanca también sufrieran los estragos causados por su presencia
ASAJA Soria ha recogido en estos días varias denuncias de sus socios al respecto de ataques de buitres al ganado, que aprovechan especialmente el delicado momento del parto de algunas vacas. También los ganaderos de ovino se ven obligados a estar ojo avizor sin descanso.
El aumento de la población de buitres y el descenso de cabaña ovina llevó a la sectorial ganadera de la OPA a mantener el 21 de marzo una reunión con Medio Ambiente en la Delegación Territorial para que se pudiera permitir dejar un mayor número de cadáveres para la alimentación de las necrófagas.
Por otra parte, la mejora de la situación sanitaria de la cabaña bovina también permitiría la incorporación de este sector en este ámbito.
ASAJA recuerda a la Consejería de Medio Ambiente que el desequilibrio entre la población de buitres y la alimentación disponible es lo que está detrás de los ataques. La OPA reclamará la indemnización a los ganaderos.
Aunque el último censo es de 2018 y ya superaba el millar de parejas de estas aves, ASAJA cree que éste habrá aumentado todavía más, por lo que pide un control de las poblaciones de buitres para acercarlo a lo razonable y sostenible, ya que además está interfiriendo en el equilibrio ecológico con otras especies protegidas.
Este suceso se produce después de que a finales de marzo ocurriera uno similar en la provincia de Salamanca. En concreto, sobre dos terneros en una explotación de La Zarza de Pumareda.
Las dos crías, que se encontraban vivas cuando han sido sorprendidas por este ave que por naturaleza opta por animales muertos; sin embargo, la falta de alimento natural ha impactado al ganado de José Benito, quien explicó que cuando llegó «los terneros estaban recién muertos». "Los buitres ya estaban sobre ellos y no pude hacer nada para salvarlos», señaló, y lamentó que «es desesperante. Estamos indefensos ante esta situación, y cada vez es más frecuente».