
El escritor César Pérez Gellida presenta este jueves en Valladolid su última obra Nada bueno germina
Pérez Gellida publica la cruenta 'Nada bueno germina' con el Valladolid de inicios del siglo XX como escenario
El escritor zanja la historia de Bajo tierra seca, con la que ganó el Premio Nadal el año pasado
El novelista vallisoletano César Pérez Gellida está de moda. Menos de medio año después de ganar el Premio Nadal por su novela Bajo tierra seca y con la segunda temporada de la serie basada en su novela homónima Memento Mori, el escritor llega de nuevo a las librerías con Nada bueno germina. Y qué mejor lugar para presentar la obra que su ciudad natal y escenario de la última parte de la misma.
Pérez Gellida, junto a un actor que encarnaba al personaje de Sebastián Costa, ha visitado varios de los lugares emblemáticos pucelanos que aparecen en el libro, como el Café del Norte o el Círculo de Recreo. «Esto no es algo casual. Si algo tenía claro cuando empecé a escribir Nada bueno germina es que el final iba a morir aquí», apunta el novelista sobre un Valladolid que en parte no se parece al de principios del siglo XX en el que se ambienta el thriller. «Fui descubriendo algunas zonas de la ciudad que por aquel entonces tenían importancia y que hoy están un poco diluidas», señala.
Respecto a sus habitantes, la protagonista de la novela, Antonia Monterroso, «se fija en que las expresiones de los vallisoletanos son diferentes a las que ha visto en otros lugares de España. Destacan, en general, por su rictus severo, propio de gentes ceñudas poco acostumbradas a la risa. Las miradas con las que se encuentra, más esquivas que retadoras, brillan poco y dicen mucho. No obstante, y esto es lo que le llama la atención, no son personas que le transmitan rechazo, más bien afecto y confianza», se puede leer en la obra.
Una España poco explorada
La Pucela de entonces, y que refleja el libro, viene definida por un carácter monumental, con palacios y conventos, teatros y otros lugares propios de la alta burguesía. Un escenario alejado del ambiente rural extremeño de Bajo tierra seca, primera parte de la bilogía que se cierra con esta nueva novela que plasma los años «convulsos» de la España de esa época a la que cree que no se le ha prestado demasiada atención y que viene marcada por «el hambre, la violencia y la amenaza de una epidemia», así como la desilusión con la pérdida de los últimos territorios americanos.
Los protagonistas de esta entrega publicada por Editorial Destino son complejos, siendo benevolentes, y el propio Pérez Gellida no espera que el lector sienta simpatía por ellos, aunque sí empatía, como asegura que le transmiten a los primeros consumidores de sus páginas. Se trata de un veterano de guerra «convertido en atracador» y una mujer «forjada en la supervivencia y la ambición», que cruzan media España, de Córdoba a Valladolid, pasando por Jaén y Madrid con el ojo puesto en América, en una alianza marcada por la desconfianza y el deseo y, claro, dejando un reguero de sangre por el camino, marca de la casa.
El escritor vallisoletano admite que hay contactos para llevar esta nueva historia a la pantalla, aunque sin hacerse «demasiadas ilusiones», consciente de que es un proceso farragoso, y ya prepara su próxima novela. «Al día siguiente de entregar el manuscrito a mi editorial, ya estoy trabajando en la siguiente. Por pura necesidad. Yo no soy de esos autores que necesitan un espacio para desconectar», zanja el escritor, que reconoce que pasa por un momento profesional «excelente».