Sensores, inteligencia artificial y robots sociales: la futurista asistencia a los ancianos de Castilla y León

La vicepresidenta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco, ha asegurado este sábado que los robots sociales entrarán en funcionamiento en todas las residencias de mayores del Gobierno autonómico «a inicio del verano», después de llevar meses introduciéndose de forma paulatina en los centros.

Ya en 2021 se anunció el proyecto piloto del futurista sistema de atención a la Dependencia 5.0 en Castilla y León que en muy poco tiempo será una realidad en la red de residencias de la gerencia de los Servicios Sociales. «En el ecosistema de inteligencia ambiental diseñado para la residencia Los Royales de Soria va a intervenir un grupo de al menos 15 robots inteligentes, que interactuarán con otros sistemas de computación. Así, se explorarán funciones de apoyo físico en coordinación con dispositivos técnicos para ayudar a las personas con dependencia y a sus cuidadores a sentarse y levantarse de la cama o el sillón, desplazarse en silla de ruedas, manipular objetos pesados o demasiado pequeños, asearse o cocinar», sintetizaba entonces el Gobierno castellanoleonés sobre la innovadora iniciativa.

Las máquinas interactúan con los dispositivos de la teleasistencia avanzada para la monitorización y seguimiento de tareas cotidianas del usuario –por ejemplo, recordarle las pautas de su medicación– o para la emisión de alertas ante casos de emergencia. Asimismo, ejercen como compañeros de ocio y entretenimiento de los mayores. Les motivan a la lectura, al ejercicio físico o a su participación en actividades comunitarias, y les ayudan en el uso de las tecnologías para comunicarse con sus familiares y profesionales y acceder a la información o a la cultura.

Mayor autonomía y calidad de vida

«La aplicación de estos robots inteligentes a los cuidados de larga duración supone, por lo tanto, dar un paso cualitativo esencial en el desarrollo del sistema de atención a la Dependencia 5.0, ya que su uso contribuye a mejorar la autonomía y la calidad de vida de las personas más vulnerables», apuntaba la Junta, que añadía que «el pilotaje de esta iniciativa para la creación de estos ecosistemas de inteligencia ambiental mediante el uso de robots sociales» también se iba a llevar a cabo en la Residencia Puente de Hierro de Palencia», en 2024, como en el caso soriano. La previsión era que, «una vez concluya esta primera fase, se efectúe, una experimentación intensiva en 100 viviendas con diferentes perfiles de necesidad y en 20 centros residenciales».

Este proyecto basado en sensores, robots y sistemas computacionales para ofrecer asistencia a las personas mayores y dependientes sigue la estela de lo aplicado en Japón. En el caso de Castilla y León, la Junta impulsa esta iniciativa en la veintena de residencias que tiene en todo el territorio a través de una colaboración con agentes de la I+D+i –como Fundación Intras, Asprodes, la Universidad de Valladolid y el centro tecnológico Cartif.

Durante este tiempo, se han desarrollado más soluciones robóticas cuya funcionalidad radica en la medición de la actividad y las constantes vitales de la persona mayor, que sirve como apoyo para su alimentación, movilidad e, incluso, puede manejarse de manera interactiva mediante la voz: desde los tipos de robots desarrollados, hasta brazos robóticos para ayudar a comer o versiones avanzadas de sillas de ruedas, grúas y plataformas robóticas para manipular objetos y para el desplazamiento de las personas mayores en el interior de su casa.

Este martes, tras la realización del pilotaje en las citadas residencias, los robots sociales ya se han incorporado a otros centros residenciales de la Comunidad, como es el caso del Temi a la Residencia de Personas Mayores de Benavente, en Zamora. Mediante cuatro millones de euros procedentes de los fondos Next-Generation, se desarrollaron los robots dotados con avanzadas funciones. En próximas fechas se irá incorporando una quincena de robots Temi a otras tantos centros residenciales autonómicos, así como dos Copito.