Pedro Sánchez, junto al secretario general del PSCyL, Carlos Martínez
El sanchismo en Castilla y León pasa al ataque y parte al PSOE en dos frente a quienes denuncian la corrupción
Los críticos a Ferraz se multiplican mientras una parte del partido se enfrenta a ellos en público
El PSOE de Castilla y León llevaba semanas agrietándose por la corrupción que asola al Gobierno de Pedro Sánchez y a Ferraz, hasta el punto de que en las últimas horas se han producido varios episodios que ya escenifican que la formación está rota, dejando divididos a los defensores de dos posiciones.
De un lado están el propio secretario general del PSCyL, algunos dirigentes históricos y miembros del Ejecutivo como el ministro Óscar Puente, que defienden a ultranza a su jefe de filas. Del otro, cargos de primer nivel como el alcalde de León o la alcaldesa de Palencia, que, de forma más o menos directa, le están diciendo al secretario general socialista que dé un paso a un lado antes de que las presuntas prácticas corruptas de nombres como Koldo García, José Luis Ábalos o Santos Cerdán acaben con el partido.
Fue la caída en desgracia de este último, con su ingreso en prisión por su participación protagonista en una presunta trama de mordidas en contratos de obra pública lo que hizo saltar todo por los aires en la comunidad autónoma, con el regidor de León prodigándose por radios y televisiones para airear que fue víctima de un supuesto pucherazo con las sombras de Cerdán y del recién purgado de la Ejecutiva Federal Javier Alfonso-Cendón detrás. José Antonio Díez, asimismo, relató cómo fue amenazado por Koldo tras discutir con Ábalos y ha reiterado en varias ocasiones que quien nombró como secretarios de Organización tanto a Cerdán como a Ábalos –esto es, Sánchez– debe asumir «responsabilidades».
Su homóloga palentina, Miriam Andrés, fue más allá y le espetó a la cara al jefe del Ejecutivo y del PSOE este fin de semana durante el Comité Federal que no fuera candidato en 2027 ante su pérdida de «credibilidad» y «confianza». No tienen la repercusión mediática que el presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, pero, sin duda, se han convertido en voces muy incómodas y en los símbolos de la oposición interna al sanchismo que se atreve a dar la cara en público ante una situación en su partido que lamentan y que temen que pueda ser devastadora. Son, además, los perfiles ejecutivos más destacados que tienen actualmente los socialistas en Castilla y León, toda vez que solo gobiernan en tren capitales de provincia.
El expresidente de la junta de Castilla y León Demetrio Madrid
La guinda la ponía este mismo lunes el procurador socialista Diego Moreno, que anunciaba que denunciaría esta semana ante la dirección federal del PSOE las «claras» irregularidades cometidas en el proceso de primarias de la formación en León, que terminaron con la reelección de Cendón, en otro posible pucherazo donde podrían haber entrado en juego los, según el alcalde de León, «tentáculos» de Cerdán, muy próximo a Cendón.
Y esto, lógicamente, tenía que tener su respuesta por parte del aparato de Ferraz. El alcalde de Soria y secretario general del PSCyL, Carlos Martínez, que lleva desde febrero en este último cargo, salía este lunes al paso de esta ráfaga de fuego amigo señalando que él no quería elecciones anticipadas y defendiendo que Sánchez se había ganado «con creces» el derecho a decidir sobre su futuro político. Unas declaraciones que no se podrían enmarcar como las del mayor fan del secretario general, pero que, en todo caso, le dejaban aislado dentro de las alcaldías relevantes del PSOE en la comunidad autónoma.
León se convierte en un polvorín
Más belicoso se mostraba Puente, que además de titular de la Cartera de Transportes, lidera el PSOE de Valladolid. En un mensaje en la red social X, se enzarzaba con el primer edil leonés, que había señalado sobre la limpia de Cendón de la Ejecutiva que creía que «el motivo de su salida, que evidentemente es su vinculación estrecha y directa con Santos Cerdán, le inhabilita para estar en Ferraz, pero también para ser líder de los socialistas leoneses». «No entendería que lo que no quiere Sánchez lo tengamos que aceptar aquí en León», apuntaba sobre el hecho de que liderara la formación en la provincia tras vencer al mencionado Moreno. «Aquí no tienes razón. Tú nunca has valido, ni vales, para Ferraz, y sin embargo en León lo bordas», le replicaba el exalcalde de Valladolid.
Este martes, la ruptura se escenificaba aun más, con la entrada en escena de un peso pesado en la historia del PSOE en Castilla y León, el expresidente de la Junta Demetrio Madrid, quien, junto al exeurodiputado vallisoletano Juan Colino promueve un manifiesto de apoyo a Sánchez, que presentarán este miércoles en rueda de prensa desde la sede del PSCyL, en Valladolid. Pero las tensiones diarias en el seno socialista aun no habían terminado.
Hay gente que intenta ver si puede echar mierda sobre nuestro partidoPresidente de la Diputación de León
En declaraciones recogidas por Ical, el presidente de la Diputación de León, y secretario general del PSOE en El Bierzo, Gerardo Álvarez Courel, le lanzaba, sin nombrarlo, algunos dardos al alcalde de León, que lidera también la agrupación local en la ciudad. «Hay gente que intenta ver si puede echar mierda sobre nuestro partido. Cuando uno ve que no está a gusto porque no comparte las decisiones que se toman, quizá lo que debe plantearse es si quiere estar», se despachaba, mostrándole la puerta de salida del partido. «Los problemas en lugar de airearlos es mejor hablarlos de puertas adentro», añadía Álvarez Courel.
Estos rifirrafes en la provincia leonesa, que se está convirtiendo en un polvorín, no han evitado que el PSOE elija León para arrancar el próximo curso político en la capital, donde entre el 12 y el 14 de septiembre se celebrará una convención federal con Sánchez de protagonista y con la que se pretende mostrar un rearme ideológico en el partido.