Un vehículo de la Policía Municipal de Valladolid

Un vehículo de la Policía Municipal de ValladolidPolicía Municipal de Valladolid

Muerde y pega con una muleta a los policías locales que le pararon por conducir a gran velocidad en Valladolid

Conducía erráticamente, se resistió a su detención e insultó a los agentes, que tuvieron que pedir refuerzos ante la actitud violenta

Efectivos de la Policía Municipal han detenido a un varón de 63 años que conducía a gran velocidad y erráticamente por Valladolid y, cuando paró el vehículo, propinó un puñetazo a un agente al que también mordió e intentó agredir a ambos con una muleta que llevaba en el vehículo.

Los hechos se han producido en la madrugada de este martes, 2 de septiembre, cuando una patrulla de la Policía Municipal observó a un vehículo que circulaba a gran velocidad por la Avenida de Burgos, sentido centro, y lo hacía de manera algo errática, han informado a Europa Press fuentes policiales.

Los agentes encendieron los rotativos y realizaron indicaciones luminosas para que el individuo detuviera le vehículo, aunque éste hizo caso omiso. Una vez a la altura de la calle Francesco Scrimieri el conductor detuvo el vehículo y comenzó a gritar que le dejaran «en paz» y, una vez que los agentes se acercaron para pedir la documentación del vehículo, profirió varios gritos: «No hacéis nada más que tocarme los cojones», «no sabéis con quién os habéis topado».

Posteriormente, el individuo, que mostraba un «tono amenazador» y una actitud «chulesca» y «hostil», abrió la puerta del vehículo y seguidamente arremetió contra un agente, al que propinó un puñetazo en la cara, tras lo que cogió una muleta del asiento del acompañante y comenzó a golpear a los dos integrantes de la patrulla, que tuvieron que pedir apoyo.

El agresor forcejeó con los dos agentes y, mientras uno intentaba quitarle la muleta, el otro trataba de sujetarle los brazos para repeler la agresión, momento en el que el individuo mordió al mismo policía al que había pegado el puñetazo anteriormente.

Una vez que llegó otra patrulla, los policías lograron reducir al individuo, al que detuvieron por atentado y que continuó mostrando «muchísima resistencia activa», incluso para introducirle en el coche, mientras profería insultos y amenazas.

Como consecuencia de la intervención, los agentes precisaron atención médica, uno con molestias en manos, muñecas y brazos, además de haber sufrido el mordisco, y otro con una rodilla lesionada, según las mismas fuentes.

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