Los servicios y la inversión tiran del crecimiento del PIB de Castilla y León y la Junta revisará al alza sus previsiones

La economía de Castilla y León subió un 3,1 % en el segundo trimestre del año, tres décimas más que la media nacional (2,8 %), 1,6 puntos más que en la UE y 1,5 puntos más que en la zona Euro, aunque por debajo del incremento que se registró el pasado año, cuando repuntó un 3,6 % entre abril y junio, y una décima menos que en el primer trimestre (3,2 %).

Esta evolución es superior a la estimación del 2 % que realizó la Junta de Castilla y León para este año por lo que, según ha avanzado el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, la previsión se revisará al alza cuando se presente el techo de gasto no financiero para 2026 que tendrá lugar «en las próximas semanas».

«Está claro que vamos a crecer por encima», ha apuntado Fernández Carriedo que ha destacado que el crecimiento del PIB del primer y del segundo trimestre ha superado el 3,0 % –3,2 y 3,1 %– si bien ha recordado que suele ser menor en la segunda parte del año.

El incremento de la economía de Castilla y León se debió al empuje del sector servicios, que creció un 3,9 % (cuatro décimas menos que el mes anterior), y al tirón de la industria, que subió un 2,1 %, cuatro décimas más que en el trimestre precedente, por el lado de la oferta, y al tirón de la inversión, que aumentó un 4,6 %, con especial intensidad en el caso de los bienes de equipo (7,2%), por el lado de la demanda.

El aumento del PIB también se ha visto favorecido por el buen comportamiento del gasto en consumo final tanto de los hogares como de las administraciones mientras que, a diferencia de trimestres anteriores, se ha visto lastrado por el sector exterior que ha restado cuatro décimas por un mayor incremento de las importaciones respecto a las exportaciones que, no obstante, siguen al alza.