Un okupa se enfrenta a los vecinos de Villablino tras usurpar una vivienda
Un grupo de vecinos se organiza para impedir que un violento reincidente okupe una casa en un pueblo de León
Un día después, el mismo hombre, que ya había protagonizado incidentes similares, trató de okupar otra casa
La delincuencia en España está provocando que cada vez sean más frecuentes las imágenes de ciudadanos de a pie organizándose para combatirla y la okupación es uno de los delitos en los que más estamos asistiendo a esta nueva dinámica. Uno de los últimos ejemplos lo encontramos en la localidad de Villablino, en León, donde los vecinos se las ingeniaron para impedir que un violento okupa reincidente le usurpara la vivienda a una mujer.
Los lacianiegos protagonistas de este suceso se coordinaron rápidamente a través de un grupo de WhatsApp para evitar la okupación, en una actuación providencial que le facilitó sobremanera el trabajo a la Guardia Civil. Como adelantó Diario de León, los hechos se produjeron a comienzos de mes, cuando un joven de nacionalidad que no ha trascendido se coló en la finca de una vivienda deshabitada saltando la verja. El okupa se puso a pintar las rejas y llegó a lanzarle pintura a los vecinos que le recriminaban su acción.
De acuerdo con León Noticias, la vivienda pertenece a la hermana de un amigo de uno de los miembros de un grupo de vecinos en la mencionada red social, donde se avisó de que alguien había entrado en la casa. Uno de los miembros del grupo alertó entonces al hermano de la dueña, quien, al estar fuera, no podía acudir al lugar. Ante esta tesitura, otro vecino cogió rápidamente el coche desde un pueblo cercano y se presentó allí.
Tras instar en repetidas ocasiones al okupa a que abandonara el lugar. «Había gente que me decía que no entrara, que había guardias de paisano, pero era el momento de sacarlo antes de que lograra instalarse», apunta al citado periódico. Así, varios ciudadanos intentaron entrar al inmueble, pero entonces el delincuente corrió hacia una maleta que había en la parte trasera de la casa, generando inquietud entre los presentes, que temían que fuese a sacar algún objeto peligroso.
Volvió al día siguiente
El okupa llegó a tratar de agredir a algunos vecinos, pero lo pudieron reducirlo y sujetarlo en el suelo hasta que llegaron los agentes del Instituto Armado. Como explican los lacianegos, no era conocido en el pueblo, si bien después pudieron comprobar por vídeos en las redes sociales que ya había protagonizado hechos similares en otros lugares. De hecho, el violento okupa –que «se notaba que no estaba bien»– no se quedó contento con este primer intento de usurpación de vivienda y al día siguiente volvió a intentar okupar la casa de una mujer mayor que vive sola.
Entonces, el okupa aseguró que quería entrar porque le gustaba la casa y que andaba por allí para pedirle perdón a la familia a la que había intentado arrebatarle la vivienda anteriormente. Una nueva llamada a la Benemérita provocó que llegaran varios agentes, que instaron a abandonar el lugar.