El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, seguido del líder del PSC, Salvador Illa

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, seguido del líder del PSC, Salvador IllaEFE

Cataluña

Aragonès mete más presión a Sánchez para que reforme el delito de malversación y pacte un referéndum

Según el presidente de la Generalitat, la consulta acordada debe contar con reconocimiento internacional

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, quiere conseguir la reforma del delito de malversación. Ese es su próximo objetivo, y quiere hacerlo con rapidez, a través de enmiendas a la reforma del Código Penal que incluye la derogación del delito de sedición. Aragonès dice que se trata de «revertir» la reforma de la malversación que llevó a cabo el Partido Popular en 2015.
Así lo ha asegurado en declaraciones a RAC1, donde ha recordado que los responsables políticos del simulacro de consulta del 9-N, que tuvo lugar en 2014, no fueron condenados por malversación, a diferencia de lo que sucedió con los impulsores del referéndum ilegal del 1 de octubre. De ahí que Aragonès explique que lo que se persigue con la reforma es que «aquello que no era delito el 9-N y ellos consideran que lo era el 1 de octubre, deje de ser delito otra vez».

«Las cosas no caen del cielo»

«Es una cuestión muy técnica que en los próximos días tenemos que acabar de concretar. Y sobre todo hay que negociar. En esta vida se tiene que negociar todo, y todo se tiene que batallar. Las cosas no caen del cielo», sentenciaba Aragonès. Eso sí, el presidente catalán considera que no será algo fácil de conseguir, pero se ha mostrado convencido de que habrá una mayoría para poder llevarlo a cabo.
El presidente de la Generalitat dice que lo que se ha negociado hasta ahora con el Gobierno no reduce al máximo el margen de discrecionalidad, porque no se trata de una amnistía. Pero también ha defendido que con el actual Código Penal se puede perseguir «con más intensidad» y la modificación pactada «reduce mucho el margen». Y en cualquier caso, ha asegurado que la negociación para la desjudicialización «no va de nombres concretos», porque la «represión es muy amplia», sino de lo que se trata es de «avanzar en derechos y libertades». Y ha dejado claro que «nadie empeora su situación», preguntado por si esta reforma podría facilitar la extradición del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Segunda fase: referémdum pactado

Y una vez ya se han dado pasos importantes en la línea de lo que los independentistas han llamado como desjudicialización, Aragonès habla ya de una segunda fase de la negociación que tendría como objetivo conseguir un referéndum pactado. Y esta cuestión será uno de los temas que aparecerá en otra reunión de la mesa de diálogo que se celebrará antes de que finalice el año. «Hay que trabajar en una consulta acordada que tenga reconocimiento internacional», ha insistido Pere Aragonès.
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