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Cataluña

Despedido un clarinetista de la Banda Municipal de Barcelona por no acreditar un alto nivel de catalán

José Joaquín, que es de Sevilla, llevaba 27 años en la agrupación musical

José Joaquín es clarinetista, de Sevilla. Tiene 53 años y después de 27 en la Banda Municipal de Barcelona ha sido despedido. Y no por falta de méritos, sino porque no ha podido acreditar que tiene un nivel muy alto de catalán, en concreto el nivel C1. Él ha impugnado las bases del concurso de mérito al considerar que los requisitos son «excluyentes». Ahora está a la espera de sentencia.
El abogado de José Joaquín es Ángel Escolano, que recuerda que lo que hay de fondo es un problema con el exceso de interinos en España. La Unión Europea obliga a reducirlos, y de ahí que se hagan convocatorias extraordinarias para consolidar estos puestos. El problema en Cataluña, asegura, es que no se hace examen, excepto de catalán. Es decir, si no se dispone de la acreditación correspondiente hay que pasar por este examen. Pero Ada Colau, la anterior alcaldesa, «ha añadido que si no lo pasan, los echan», precisa Escolano.
El abogado ha explicado a El Debate que han impugnado la convocatoria. De hecho, está a la espera de sentencia y «ahora vamos a impugnar el despido de Joaquín». Escolano lo argumenta porque no es una causa prevista para que se eche a una persona, a un interino, no saber catalán. Otra cosa es que se haya cubierto esa plaza o que se extinga, que no ha sido el caso.
Además, recuerda una sentencia del Tribunal Constitucional que apunta a que se pueda contemplar el requisito de catalán para acceder a un puesto de trabajo, siempre que sea «razonable». En este sentido, Escolano se ha preguntado si es razonable pedir un C1 para un clarinetista, como es el caso de José Joaquín; para un cocinero o para un trabajador de mantenimiento, que, además, no tienen que estar de cara al público. No puede ser, añade, que el catalán «sea un peaje para acceder a la administración pública en Cataluña».

Se fijaron en su acento

Ángel Escolano ha explicado que Joaquín está muy «enfadado». De hecho, el problema no es que el músico no sepa el catalán. Que sí lo sabe, lo entiende. De hecho, su día a día en el trabajo, en los ensayos, lo hace en catalán. E incluso en inglés, si hay un director invitado que viene de fuera de España. Nunca le han pedido algún tipo de requisito lingüístico. E incluso, por iniciativa propia, José Joaquín decidió sacarse en 2006 el A2 de catalán. Por cierto, superó el examen de sobra, pero los profesores en lo que se fijaron fue en su acento. Para él, esta situación le resultó «desagradable».
Escolano también ha censurado el papel que hacen entidades como Plataforma per la Llengua, que se dedican a señalar a comercios y trabajadores que no utilizan el catalán. Aunque el problema, apunta, no es tanto esta entidad en sí, sino que «se le ha dado el poder», porque la normativa lo permite. Y esto, señala, «es más grave de lo que parece».
Y también lamenta la «extorsión» que se ejerce desde las propias administraciones. Es el caso de una empresa de Gerona a la que el propio Ayuntamiento amenazó con multas porque había puesto unos anuncios en castellano. Y miembros de la Plataforma denunciaron esta situación.

PP y Vox lo consideran injusto

Desde el punto de vista político, el líder del PP en Barcelona, Daniel Sirera, deja claro que potenciar el catalán no puede significar que a alguien se le pueda echar de su trabajo, y sobre todo si no es de cara al público, como un músico, un cocinero o un trabajador de mantenimiento, que es lo que está ocurriendo. El problema, dice, es que existe un decreto que obliga a acreditar el nivel C1 de catalán, y con eso lo que se está consiguiendo es una Cataluña «peor», porque está provocando que el talento no venga por motivos lingüísticos.
También ha criticado a Plataforma per la LLengua, por su actividad de señalamiento. Cataluña, dice, vive unos momentos complicados para la convivencia y pide bajar el nivel de presión:«Se dedican a señalar a personas. Lo próximo será ponerle estrellas en la puerta para que sean perseguidos, atacados y discriminados aquellos que no se dirigen o que no hablan en catalán».
Opinión que comparte el líder de Vox en la capital catalana, Gonzalo de Oro, quien pide que el Ayuntamiento deje de subvencionar a Plataforma por la Llengua. Desde el consistorio se ha dado a la entidad, en los últimos años, 60 mil euros en concepto de subvenciones. De Oro encuentra «surrealista» el nivel de exigencia de catalán que se pide para un músico, un clarinetista. Y recuerda, por ejemplo, que el expresidente de la Generalitat, José Montilla, tampoco tenía el C1. Lo considera una doble vara de medir que no se exija ese nivel para ser presidente de la Generalitat, y sí para tocar el clarinete.
Es injusto, asegura y considera que «lo que pretende el Gobierno municipal es marcar todo aquel que no comulga con su pensamiento. Y no nos engañemos. El PSC últimamente es más el Partido Separatista de Cataluña». De Oro también ha recordado que el Ayuntamiento de Barcelona, ahora con Jaume Collboni a la cabeza, excluye al castellano en todas sus comunicaciones.
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