
Carles Puigdemont y Toni Comín, en una imagen de archivo
Política
El cuestionado Comín, último recurso de Puigdemont para asumir el naufragio del Consell de la República
El actual vicepresidente de la entidad anuncia que presentará su candidatura para presidirla
El actual vicepresidente del Consell de la República, Toni Comín, ha anunciado que presentará su candidatura a presidir la entidad después de que Carles Puigdemont renunciase a este cargo al asumir la presidencia de Junts. En un comunicado difundido este viernes, Comín justifica su decisión diciendo que «el Consell continúa siendo imprescindible para culminar el camino hacia la independencia».
Las elecciones a la presidencia del Consell de la República tendrán lugar entre el 8 y el 12 de febrero, y el plazo para la presentación de candidaturas termina el 22 de enero, aunque no está previsto que Comín –eurodiputado electo de Junts, pero sin escaño, ya que no viajó a Madrid a acatar la Constitución– tenga oposición real.
Detrás de las cámaras, la situación de la entidad presenta más sombras que luces. La realidad es que el Consell de la República es una organización creada para dar una apariencia de «gobierno en el exilio» después de la fuga de Puigdemont a Bruselas y que ahora, con la restauración del expresidente de la Generalitat a la cabeza de Junts, ha perdido sentido.
Un quebradero de cabeza
De hecho, tal y como adelantó El Debate, encontrar un sucesor al frente del Consell se había convertido en un quebradero de cabeza para Puigdemont, ya que nadie quería asumir el liderazgo de una organización desprestigiada, precisamente, por las acusaciones a Comín de mala gestión y de desvío de fondos para uso personalSegún una auditoría encargada por el propio Consell, Comín habría desviado 15.530 euros de los fondos del Consell para «gastos no justificados», como contratar un coche de alquiler, abonar tarifas de párking o alquilar un apartamento en el sur de Francia en periodo vacacional, además de haber retirado hasta 6.000 euros en efectivo.
La batalla interna, unido a la evidente inutilidad política del organismo, han convertido al Consell en un activo tóxico para Junts, al que nadie ha querido acercarse. En las últimas semanas se la ha ofrecido la presidencia a varias personalidades ligadas a los postconvergentes, como el expresidente de la Generalitat Quim Torra, pero todos han rechazado la oferta, dejando al señalado Comín como ¿último? capitán de un barco sin tierra a la vista.