Foto de la piedra encontrada con la granada dentro
Una familia catalana descubre que una piedra guardaba un explosivo militar camuflado
El hallazgo que tardó doce meses en revelar su peligro mortal
Una rutinaria jornada de playa en el litoral gerundense se convirtió en una amenaza silenciosa que permaneció oculta durante un año completo en el salón de una vivienda familiar. Lo que comenzó como un inocente souvenir vacacional acabó siendo una intervención de los especialistas en desactivación de explosivos.
El incidente ilustra cómo los restos bélicos pueden adoptar formas completamente inesperadas. La menor, siguiendo el instinto natural de coleccionar tesoros marinos durante sus vacaciones, seleccionó lo que parecía ser una formación rocosa común entre los guijarros de la orilla mediterránea.
Durante meses, el objeto ocupó un lugar cotidiano en el hogar, testimonio silencioso de unas vacaciones familiares. La transformación gradual del material exterior reveló progresivamente la verdadera naturaleza del hallazgo: un proyectil militar perfectamente conservado bajo capas de sedimento marino.
El proceso de deterioro natural que experimentó la cobertura mineral actuó como un revelador involuntario. La progenitora comenzó a observar cambios en la textura y composición del supuesto mineral, hasta que la evidencia metálica se hizo innegable.
La reacción inmediata fue contactar con los servicios de emergencia, desencadenando un protocolo que movilizó a los técnicos especializados en artefactos explosivos. El operativo de extracción se ejecutó siguiendo procedimientos de máxima seguridad, confirmando que el riesgo había permanecido latente en el domicilio durante todo ese período.
Este episodio subraya la persistencia de vestigios militares en las costas catalanas, donde décadas de actividad bélica han dejado rastros que emergen ocasionalmente. Los especialistas policiales reconocen la imposibilidad de determinar el punto exacto de origen del artefacto, dado que la menor no recordaba la ubicación precisa de su descubrimiento playero.
La situación evidencia cómo elementos potencialmente letales pueden integrarse de manera aparentemente inofensiva en el entorno doméstico, manteniendo su peligrosidad intacta bajo disfraces completamente convincentes.
El caso se suma a los registros de hallazgos similares que periódicamente requieren la intervención de los cuerpos especializados, recordando que el patrimonio bélico del territorio mediterráneo continúa manifestándose de formas impredecibles, a menudo camuflado por procesos naturales que enmascaran su verdadera identidad durante largos períodos.