Los agentes junto al vehículo en cuestión
Seguridad
Dos guardias civiles no dan crédito de lo que encuentran en el maletero de un Seat León: «Está muy tranquilo»
Los controles de carretera son cada vez más habituales, pero los botines que encuentran los agentes en los coches no dejan de sorprender
Los controles de la Guardia Civil son cada vez más habituales en determinadas zonas de España donde están detectando problemas habituales con determinados delitos, por ejemplo en Galicia es normal encontrarse con problemas de pescadores furtivos que cogen marisco ilegalmente y lo venden a bares y particulares.
En el sur de España la droga se ha convertido en el verdadero problema, pero no solo cuando la transportan, sino cuando los vehículos se usan como medio de aprovisionamiento para facilitar el tráfico ilícito.
Coches cisterna
En este caso, tal y como muestra el vídeo, el aviso de un particular desde una estación de servicio a la Guardia Civil es clave para que los agentes quiten sobre la marcha un control y se dirijan a toda velocidad hasta esta gasolinera, aunque llegan tarde y el vehículo ya no está repostando.
Los agentes se llevan al detenido
La búsqueda en las carreteras da los frutos esperados y los agentes dan con el Seat Leon negro que estaba llenado de carburante decenas de garrafas, lo que en el argot se conoce como 'petaqueo'.
Persecución de película
En este caso el vehículo las acerca hasta un puerto, donde las planeadoras las suben a bordo para disponer de carburante suficiente durante el viaje para cruzar el estrecho de Gibraltar para traer la droga hasta España y huir de los agentes de la Guardia Civil en caso de que sea necesario, con persecuciones espectaculares en las que se juegan la vida.
El vehículo con el cargamento en el maletero
Los agentes quedan mucho más sorprendidos por la actitud del conductor del Seat León, pues tal y como dice uno de ellos, «está muy tranquilo, que por el cargamento de garrafas de gasolina que lleva en el maletero, pues al final suele quedar en delitos leves o faltas graves sin gran trascendencia, pues pueden decir que era para uso particular».
Más allá del delito conviene saber que la DGT obliga a transportar el combustible en garrafas homologadas de máximo 60 litros de capacidad y con un tope de 240 litros por vehículo. La multa puede ser de hasta 3.000 euros.