La instalación del mástil para la «senyera»
Impulso Ciudadano exige al Parlamento catalán que coloque la bandera española junto a la nueva 'senyera' de 93.000 euros
La organización denuncia que el mástil de 25 metros vulnera la legalidad al excluir la 'rojigualda' de forma permanente
Una entidad constitucionalista ha presentado una queja formal contra el presidente del Parlamento catalán por incumplir la normativa de símbolos estatales al aprobar un proyecto que contempla únicamente el izado de la bandera autonómica, según revela El Mundo. Impulso Ciudadano reclama a Josep Rull el cumplimiento de las disposiciones legales que obligan a exhibir también la enseña nacional en las instituciones públicas.
El conflicto nace de la decisión adoptada por los órganos rectores del Parlament, dominados por fuerzas independentistas, de destinar cerca de 93.000 euros a la construcción de una estructura de 25 metros destinada exclusivamente a una bandera catalana de gran formato. La instalación, que permanecerá activa los 365 días del año, ya está operativa en los alrededores del complejo institucional como parte de los preparativos para las celebraciones del 11-S.
Según relata El Mundo, José Domingo, portavoz de la plataforma ciudadana, ha trasladado por escrito a Rull las obligaciones derivadas del marco normativo español, específicamente el artículo constitucional 4.2 y la legislación de 1981 sobre uso de símbolos oficiales. Esta normativa estipula la presencia obligatoria del pabellón español en toda sede pública, acompañando a la correspondiente insignia autonómica, y su ubicación preferente cuando concurran múltiples banderas.
La organización formula tres exigencias específicas: incorporación de la bandera nacional al nuevo dispositivo junto a la autonómica, mantenimiento permanente de ambas enseñas en el exterior parlamentario (frente a la práctica actual de limitarla a jornadas de sesión), e inclusión de la rojigualda en las dependencias del despacho presidencial, donde actualmente solo figura el emblema catalán.
La propuesta ha recibido el aval del sector socialista, que invoca el modelo establecido por Pasqual Maragall durante su etapa al frente del ejecutivo autonómico. El dirigente del PSC implementó en 2004 una serie de protocolos ceremoniales «centrados en la simbología regional» que incluyeron el despliegue de una senyera en espacios emblemáticos de la Ciutadella, creando un referente que ahora retoma la actual gestión parlamentaria.
Rull, quien cumplió condena por su implicación en la declaración unilateral de independencia, justifica la medida como una acción de «consolidación del prestigio institucional» equiparable a las que desarrollan otros estados en conmemoraciones relevantes. La ceremonia inaugural está planificada como evento destacado de la Diada, con asistencia confirmada del president Salvador Illa y el primer edil barcelonés Jaume Collboni.
El desembolso económico, que alcanza los 92.997 euros según la adjudicación tramitada a principios de año, contempla además la colocación de una placa informativa sobre los antecedentes históricos del símbolo catalán que se fijará en la base del mástil. La controversia evidencia las fricciones continuadas en torno al protocolo simbólico en territorio catalán, particularmente intensas en las proximidades de la festividad nacional autonómica.
La nueva infraestructura permanente, ya integrada visualmente en el perímetro del histórico edificio parlamentario, se configura como el foco de una disputa que confronta las aspiraciones de dignificación de la celebración patria catalana con los requerimientos jurídicos establecidos en el ordenamiento constitucional español.