Algunas de las pintadas que se hicieron en las casetas de la Feria
Cataluña
Los libreros advierten que la Feria del Libro Antiguo de Barcelona peligra por el vandalismo pro-Palestina
Se realizaron pintadas en las casetas de la Feria y el Gremio de Libreros de Viejo de Cataluña no puede hacer frente a los gastos de limpieza, unos 15.000 euros
La Feria del Libro de Ocasión Antiguo y Moderno, la más antigua de Europa en este ámbito, corre peligro y podría ser que no llegue a su edición número 75. Y todo por los desperfectos que causaron en las casetas de la Feria algunos de los asistentes a la manifestación por Palestina que se celebró el pasado sábado en Barcelona. Estas casetas, ubicadas en el Paseo de Gracia desde el 19 de septiembre, aparecieron con pintadas en contra de Israel o llamando al boicot a este país.
El problema es que esas casetas son alquiladas y limpiarlas, que no es un trabajo fácil, puede costar unos 15.000 euros, gastos a los que no puede hacer frente el Gremio de Libreros de Viejo de Cataluña, si es que el Ayuntamiento de Barcelona no ayuda. Hay que tener en cuenta que el consistorio no participa en la organización de este evento, y es el propio gremio el que alquiló las casetas.
Marçal Font, que es librero y miembro del Gremio, recuerda que no son ninguna multinacional, que no tienen sus recursos y tampoco disponen de un servicio de limpieza de grafitis, como si fueran un Ayuntamiento. «Somos aquella gente que vendemos aquí y allí por diferentes puntos de Cataluña, por las ferias, libros de segunda mano. No somos gente que vendemos grandes libros medievales incunables, que es lo que siempre gusta destacar. Eso es la excepción de las excepciones. Y aun así, seguimos adelante», ha defendido.
Pero también ha advertido que esa feria, la más antigua de Europa dedicada al libro viejo, e incluso el propio gremio, ve «amenazada» su continuidad «por el coste inabordable» de los daños provocados durante la manifestación. Las pintadas se hicieron sobre una chapa de fórmica que no se puede limpiar con disolventes, y cada plafón dañado supone una «fortuna» en limpieza o reposición.
Font entiende el motivo de la protesta, pero también cree que por más «bien intencionadas que fuesen» las reclamaciones que se expresan en las pintadas, pide que se piense muy bien la efectividad «real» que pueden tener acciones de este tipo «en el mundo real y no mediático de las redes sociales». Y la consecuencia puede ser que no haya una edición número 75 de la Feria.
Este librero asegura que el gremio está «agotando todas las vías para ver cómo podremos salir», pero reconoce que tiene «muy mala pinta» si el Ayuntamiento no colabora. «Esperamos que sí, por el bien de todo el mundo y de la ciudad», asegura Font que, en cualquier caso, recuerda que «de entrada, nosotros somos los responsables contractuales ante de los propietarios de las casetas, que tampoco tienen ninguna culpa».
Y luego está otro problema: ¿a quién se puede repercutir el coste de los desperfectos?. Tienen seguro, pero «todo es complejo para este tipo de casos». Aun así, abogados están estudiando la situación. Y no hay tampoco referencia de los autores de las pintadas. Solo algunas de ellas, las que están firmadas por la OJS, la Organización Juvenil Socialista de Cataluña, que es una escisión de Arran, las juventudes de la CUP.