Un operador de TV toma imágenes en la escuela Turó del Drac de Canet de Mar (Barcelona)
Juicio de Canet
Otro de los tuiteros que acosó a la familia de Canet se excusa en que lo hizo por la «crispación» del procés
«Lo siento por el niño, pero le deberían hacer bullying hasta que se vaya», escribió en 2021
La semana pasada se conocía la sentencia de la sección 21 de la Audiencia de Barcelona que condenaba a dos años de prisión a uno de los tuiteros que participó en el acoso a la familia de Canet de Mar (Barcelona) después de que esta consiguiera que se respetase la reserva de un 25% de clases en español en la escuela Turó del Drac.
En aquel juicio se sentaron en el banquillo tres acusados, de los cuales los otros dos fueron absueltos. Sin embargo, no era el único proceso abierto por el acoso a Javier Pulido, su mujer y su hija: otro de ellos se está celebrando en la sección 8 de la Audiencia de Barcelona, y juzga a Carles F., que también se enfrenta a dos años de cárcel por llamar a acosar a la niña.
«Lo siento por el niño, pero le deberían hacer bullying hasta que se vaya», dijo en X en diciembre de 2021, una publicación que le ha llevado a sentarse en el banquillo. En su declaración de este martes, el acusado ha enmarcado sus mensajes en el «debate político» sobre la inmersión lingüística, alimentado por la «crispación» del procés, ha dicho.
Carles F., que se ha acogido a su derecho a responder solo a las preguntas de su abogada, ha minimizado en su declaración el contenido de su tuit, que borró después de que los Mossos d'Esquadra le comunicaran que lo investigaban. El acusado, con apenas 194 seguidores y cuyo mensaje tuvo un puñado de retuits, ha destacado que no tenía «ninguna intención de hacer daño concreto a ningún niño» con su comentario, sino pronunciarse sobre un «debate político» candente.
Javier Pulido, el 'padre de Canet', en una imagen de archivo
Pulido y su mujer, por su parte, han relatado ante el tribunal que llegaron a tener protección policial, y que la campaña de acoso les generó tal angustia que provocó su baja médica y tratamiento psiquiátrico.
«Algunas familias dejaron de hablarnos, otras nos miraban amenazadoras», ha resumido Pulido, que estuvo tres meses de baja a raíz de los hechos y viviendo con el temor a que lanzasen piedras a su casa o a que su hija sufriera bullying. A la niña dejaron de invitarle a cumpleaños y llegó a perder amigas, ha dicho.
La Fiscalía no ve delito de odio
La Fiscalía, no obstante, discrepa de la condena conocida la semana pasada, y pide dos años por un delito contra la integridad moral, y no de odio, ya que consideran que la lengua española no es un elemento «identitario» que pueda dar pie a discriminación, como sí lo sería, por ejemplo, una bandera.
Para la fiscal, el criterio de la Sección 21 de la Audiencia que consideró un delito de odio el hostigamiento a la familia de Canet supone una «interpretación extensiva», porque «pasar de lengua a nación como motivo discriminatorio es una distancia que no se puede recorrer en el derecho penal», ha razonado.