Cataluña estrena el puente con más restricciones de movilidad por la peste porcina y para prevenir accidentes

Este puente de la Purísima y la Constitución está marcado por un refuerzo excepcional de medidas en materia de movilidad y seguridad vial. El gobierno catalán ha adelantado la entrada en vigor de las nuevas restricciones de velocidad en el tramo ebrense de la AP-7, una autopista que desde la eliminación de los peajes registra un aumento constante del tráfico y un repunte significativo de la siniestralidad.

De esta forma, las nuevas limitaciones, de 80 km/h para camiones y 100 km/h para turismos, ya se aplican en el sentido sur entre Calafat y Amposta, donde el Servicio Catalán de Tráfico ha concluido la instalación de la señalización antes de lo previsto.

La activación anticipada coincide con el inicio de uno de los periodos de movilidad más intensos del año y pretende reducir el riesgo en un tramo especialmente conflictivo, escenario reciente de accidentes graves como el del camión cisterna en l’Ampolla, que mantuvo bloqueada la vía durante días.

Trànsit recuerda que este sector de la autopista, con un perfil descendente que complica las frenadas de los vehículos pesados, concentra la mayor parte de los accidentes graves. La situación se ha agravado este año, que ya suma 15 víctimas mortales, el doble que en 2024. La reducción de velocidad forma parte de un plan de choque que también contempla nuevos radares, más controles específicos a camiones y herramientas tecnológicas para detectar fatiga al volante.

Debate abierto

Sin embargo, la medida ha generado críticas entre transportistas y colectivos ciudadanos. El movimiento Mai més peatges sostiene que la administración pretende «trasladar la culpa» de la siniestralidad a los usuarios, cuando, argumentan, el problema real es la falta de inversión en infraestructuras.

Reclaman la construcción del tercer carril, el refuerzo de las barreras de seguridad y mejoras en la N-340, que consideran imprescindibles para reducir la congestión y los desvíos en caso de incidentes.

Peste Porcina Africana

A las restricciones de tráfico se suman las derivadas del brote de peste porcina africana (PPA) detectado recientemente en Cataluña. Aunque el virus no representa ningún riesgo para las personas, su impacto en la cabaña porcina es muy elevado, por lo que la Generalitat ha adoptado un paquete de medidas de carácter excepcional para frenar su propagación.

La detección del foco ha llevado a establecer dos zonas de contención que abarcan un área de hasta veinte kilómetros. En ellas se ha restringido de manera severa el acceso a amplias superficies naturales, incluyendo espacios tan emblemáticos como el Parc Natural de la Serra de Collserola, Sant Llorenç del Munt i l’Obac, la Serralada Marina y la Serralada Litoral.

También se incluyen otros entornos forestales, riberas y campos de cultivo. La prohibición afecta a cualquier actividad recreativa o deportiva al aire libre, de manera que solo se permite el acceso a viviendas y a actividades económicas desarrolladas en espacios cerrados.

Además, las explotaciones ganaderas deben extremar las medidas de bioseguridad para evitar cualquier posible transmisión del virus. La caza ha quedado suspendida en las zonas afectadas, salvo actuaciones estrictamente controladas destinadas a contener la enfermedad. También se ha prohibido el movimiento de ganado porcino y el transporte de productos y subproductos de origen porcino, una restricción clave para impedir la expansión del brote.

Las autoridades insisten en la importancia de seguir todas las indicaciones para proteger tanto al sector porcino como al conjunto de la cadena alimentaria, especialmente en un periodo de elevada movilidad.

Hay ayuntamientos que tiran de imaginación. Es tradicional por estas fechas ir al bosque para buscar el «tió». Pues bien, en el caso de Terrassa (Barcelona), por ejemplo, se ofrecen parques públicos del interior del municipio para llevar a cabo esta actividad.