Vista general de las obras de vivienda nueva, a 6 de septiembre de 2024, en Madrid (España). Los precios de la vivienda en España siguen sin echar el freno y los analistas vaticinan que el cambio de política monetaria del Banco Central Europeo los impulsará aún más en los próximos meses. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los importes crecieron un 7,8% en el segundo trimestre de este año con respecto al mismo periodo de 2023, lo que supone el mayor incremento en los últimos dos años. El encarecimiento de la vivienda nueva se disparó un 11,2% entre abril y junio, lo que supone la mayor subida desde el tercer trimestre de 2007, cuando el estallido de la burbuja inmobiliaria sacudió los mercados globales.

Eduardo Parra / Europa Press
06 SEPTIEMBRE 2024;OBRA NUEVA;CONSTRUCCIÓN;CASAS;PISOS;OBRAS;GRÚA;ANDAMIOS;
06/9/2024

Vista general de las obras de vivienda nuevaEDUARDO PARRA

Vivienda

Cataluña suspende en construcción de pisos: es la comunidad que menos vivienda produce de toda España

Según APCE, Cataluña tiene un déficit acumulado de 10.000 viviendas anuales

La Cátedra Habitatge i Futur (Vivienda y Futuro) de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Asociación de Promotores y Constructores de Edificios de Cataluña (APCE) han advertido de que Cataluña se encuentra en una situación de clara desventaja en la producción de vivienda respecto al resto de comunidades autónomas, a pesar de ser una de las regiones con mayor crecimiento demográfico del Estado. Y esta situación llega al punto de que es la autonomía que menos vivienda produce. La alerta se recoge en el octavo policy brief de la cátedra, titulado 'Desafíos del urbanismo sostenible', que analiza en profundidad los retos estructurales del urbanismo y la vivienda en el territorio.

El documento constata la existencia de un déficit crónico de vivienda, especialmente en el área metropolitana de Barcelona, que amenaza la cohesión social y la sostenibilidad urbana. Aunque en 2024 se produjo un ligero repunte en la actividad constructora, con algo más de 15.600 viviendas de obra nueva iniciadas en Cataluña, la cifra continúa siendo insuficiente para cubrir una demanda que los promotores sitúan en torno a las 25.000 viviendas anuales. Esta brecha se traduce en un déficit acumulado de unas 10.000 viviendas cada año, una dinámica que se arrastra desde hace más de una década.

Desde el sector se subraya que el problema no es la falta de interés inversor ni de capacidad constructiva, sino un entorno normativo y urbanístico que dificulta que los proyectos lleguen a materializarse. La APCE apunta a la escasez de suelo finalista, la complejidad del planeamiento y la lentitud administrativa como algunos de los principales factores que frenan la construcción de vivienda nueva. A ello se suma, según los promotores, la inseguridad jurídica derivada de cambios regulatorios frecuentes, que incrementan los costes y los plazos de ejecución.

La situación en Barcelona

La situación es especialmente delicada en Barcelona ciudad, donde la producción de vivienda nueva ha seguido cayendo, pese a concentrar una parte significativa de la demanda residencial. Los promotores señalan que determinadas políticas urbanísticas, como la obligación de reservar un 30% de vivienda protegida en promociones privadas, han tenido un impacto negativo sobre la viabilidad de muchos proyectos, reduciendo aún más la oferta disponible en el mercado libre y en el alquiler.

El policy brief de la UPF también pone el foco en el desajuste entre los objetivos del planeamiento urbanístico y los resultados reales. Según el informe, los planes suelen fijar metas ambiciosas en materia de vivienda y sostenibilidad que, en la práctica, no se acaban cumpliendo, lo que agrava la falta de oferta y dificulta dar respuesta a los cambios demográficos y sociales. Este desfase, advierten los autores, no solo afecta al acceso a la vivienda, sino que compromete el equilibrio social y territorial de Cataluña.

Tanto la cátedra universitaria como la patronal de promotores coinciden en que la solución pasa por una revisión profunda de las políticas urbanísticas y por una mayor colaboración entre el sector público y el privado. Sin un marco más ágil y previsible que permita incrementar de forma sostenida la producción de vivienda, Cataluña seguirá lejos de cubrir las necesidades reales de su población y de garantizar el acceso a un hogar en condiciones asequibles.

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