El cardenal Omella posa con parte del equipo directivo de Cáritas Barcelona, este jueves

El cardenal Omella posa con parte del equipo directivo de Cáritas Barcelona, este juevesG. Altarriba

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El «iceberg» de solidaridad de Cáritas en Barcelona: ayudó a más de 79.000 personas en 2024

El brazo social de la Iglesia Católica atendió 33.829 hogares el año pasado

Cáritas Diocesana de Barcelona ayudó a 33.829 hogares en 2024, lo que supone un total de 79.083 personas atendidas. Así lo han anunciado este jueves, en la presentación de la memoria anual correspondiente al año pasado, mostrando unas cifras que suponen un descenso respecto al año pasado –cuando se atendieron 81.135 personas–, pero un leve incremento en comparación a hace un lustro.

«Ya advertimos que habíamos llegado a nuestro techo», ha defendido en rueda de prensa el director de Cáritas Barcelona, Eduard Sala. En el 46% de los hogares atendidos vive solo una persona, una «casuística en aumento», según destacó la responsable de análisis social de la entidad, Miriam Feu.

Para llevar a cabo esta ayuda, Cáritas Barcelona cuenta con un «equipo humano» de 3.188 voluntarios, así como con 206 empleados y 209 personas contratadas en puestos de trabajo externos. En 2024 se gastaron 22,5 millones de euros, de los cuales el 80% viene de la financiación privada; en concreto, de sus 8.869 socios y donantes y de las 676 Entitats amb Cor.

Para Feu, el trabajo de Cáritas se asemeja a la imagen de un «iceberg», ya que más allá de lo que se ve en la superficie hay mucha otra acción social que queda fuera del foco pero que es imprescindible. Este domingo 22 de junio las parroquias celebrarán la colecta extraordinaria de Corpus para Cáritas, una campaña que este año lleva el lema «Mientras haya personas hay esperanza».

Tres cuestiones candentes

En su análisis, Feu ha destacado tres cuestiones candentes que han observado desde su trabajo de primera mano con los más necesitados de Barcelona. El primero es la irregularidad administrativa, una situación en la que se encuentra el 56% de los atendidos por Cáritas en la diócesis. Además, uno de cada cuatro de estos son niños o adolescentes.

Miriam Feu, el cardenal Juan José Omella y Eduard Sala, en la rueda de prensa

Miriam Feu, el cardenal Juan José Omella y Eduard Sala, en la rueda de prensaG. Altarriba

«La irregularidad administrativa agrava el riesgo de exclusión social», ha advertido Feu, destacando que la entidad ayudó en 2024 a llevar a cabo 916 procesos de regularización, un 11,4% más que el año anterior.

También han reclamado el derecho a una vivienda digna, insistiendo en que tres de cada cuatro personas atendidas en 2024 no disponían de una: un 51% vivía de realquiler, un 8% no tenía vivienda, un 8% dependía de una entidad social, un 4% tenía alquiler sin contrato y un 3% ocupaba. Además, de los casos de realquiler, el 78% tenían a personas en situación administrativa irregular.

Por último, Feu también ha defendido la necesidad de los programas de acción comunitaria de Cáritas, que «crean espacios de pertenencia, donde las personas pueden ampliar sus redes».

Piden garantizar el padrón

Por su parte, Sala ha instado a todos los partidos a comprometerse con el empadronamiento de todas las personas que viven en un municipio, también aquellas en situación irregular, y ha lamentado que que no todos los partidos firmasen el pacto en el Parlament para garantizarlo.

El documento no contó con la firma de Junts, PP, Vox ni Aliança Catalana. «Los necesitamos a todos», ha dicho Sala, reivindicando a los inmigrantes, que son «la principal diana de los discursos de odio», pero que no vienen «a delinquir» ni a «vivir de la paguita», sino para tener un trabajo digno y aportar a la economía.

Sala también ha pedido garantizar el derecho a la libertad de circulación y residencia –«la movilidad humana nunca ha sido un problema en la historia de la humanidad», ha dicho–, y ha añadido que la reforma del Reglamento de Extranjería es insuficiente para responder a las necesidades actuales, apelando a la responsabilidad de los partidos para que aprueben la ILP para la regularización extraordinaria de personas extranjeras.

Por último, el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, ha celebrado a las personas que trabajan por los demás porque «dan esperanza» y ha instado a no «globalizar la indiferencia», citando al Papa Francisco, sino a «globalizar» el amor. «Somos imagen de Dios, y Dios es comunidad, relación, amor… no es individualismo y sálvese quien pueda», ha concluido.

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