El colegio catalán acosado por ser 'demasiado' católico demanda a tres familias por «injurias y calumnias»

El Colegio Mare de de Déu del Carme de Terrassa (conocido también como Karmel) se defiende y, ahora, ha presentado una demanda civil de protección del derecho fundamental al honor contra tres familias de la escuela, por presuntas injurias y calumnias que han vertido tanto en los medios de comunicación, en las redes sociales y en un grupo de WhatsApp con 438 participantes, llamado «Canvi Ideologia Karmel».

Estos padres acusaban al centro, entre otras cuestiones, de tener una deriva «ultracatólica» y de «ultraderecha», además de «imponer» actividades religiosas obligatorias o de fomentar el uso del español en detrimento del catalán.

El colegio reclama también a estas familias una indemnización de 20.000 euros en concepto de daño moral y otros 16.944 euros, que es la mitad del coste de la contratación de los servicios de una agencia de comunicación y gestión de reputación online por parte del centro.

En la demanda se recuerda que el Karmel es una institución educativa «referente» en la ciudad de Terrassa y que tiene como pilar para la «formación integral de sus alumnos los valores cristianos». Y se deja claro en la demanda que los padres, libremente, han escogido a este colegio «conociendo y aceptando que el ideario es católico y la educación se basa en los valores carmelitas».

También se explica que toda la polémica surgió a partir de una auditoría que ordenó la Orden de los Padres Carmelitas al colegio en 2022, y que acabó con el cambio en la representación de la titularidad, de la que se encargó Nuno Pitta. Y, este, a su vez, nombró a nuevos jefes de estudios, un coordinador pedagógico, se incorporaron nuevos profesores y, más recientemente, se cesó al antiguo director.

Cambios, asegura la escuela, que obedecen «a la necesidad de revitalizar la dirección, los valores y abordar con mayor determinación aspectos clave como el rigor académico y la adaptación a las necesidades actuales de los alumnos y las familias».

Las acusaciones de los padres

El cambio de director fue la gota que colmó el vaso para algunas familias, que decidieron pasar al ataque contra el centro y pusieron en marcha un grupo de WhatsApp, llamado «cambio ideología Karmel», al que se sumaron hasta 438 participantes.

Allí, se asegura en la demanda, «los demandados han proferido una serie de calificativos y consideraciones sobre el Colegio Mare de Déu Del Carme que constituyen manifestaciones gravemente injuriosas y calumniosas, vejatorias y lesivas para la reputación y dignidad del Colegio, sus directivos y personal docente, constituyendo, en suma, una intromisión ilegítima en su derecho fundamental al honor».

¿Qué manifestaciones «injuriosas» se publicaron? En el texto de la demanda se recoge cuestiones como, por ejemplo, «estas personas están haciendo exaltación del fascismo, el nazismo y la homofobia. ¡Es de locos! Esta situación puede hacer que el colegio se empiece a ver como un lugar inseguro para nuestros hijos». También se asegura que tienen miedo a «represalias» hacia sus hijos o que los cambios incluyan «una presión» para los chicos que reduce «su autoestima».

Otro de los padres demandados aseguró que «aquí el objetivo es que esta gentuza se vaya, que mis hijas no se queden en un colegio dirigido por la ultraderecha».

Este padre no duda en asegurar que no le importaría que a la escuela se le retirara el concierto económico, y también deja claro que no quiere que sus hijas están en un colegio «adoctrinador» y que pretende convertirlas «en unas mini Vox». También hay calificativos como «ultracatólico», «ultraconservador», y se asegura que si se estuviera en la época de la Inquisición, «ya les hubieran quemado».

Y a esto hay que añadir los «grafitis» que alguien pintó en las paredes y entrada del colegio, que «contienen los mensajes vesánicos e insultantes dirigidos contra el colegio o alguno de sus profesores». Se refieren a pintadas como «Karmel secta»; «OPUS fuera. Adoctrinadores y ladrones».

Para la escuela, este tipo de manifestaciones son «gravemente difamatorias y perjudiciales para la reputación y dignidad» del Karmel, además de ser «vejatorias y ultrajantes» para la labor docente. Unas acusaciones, se recuerda en la demanda, que se trasladaron y se airearon en los medios de comunicación. Y tanto los profesores, como los miembros del personal administrativo del Colegio o el Comité de Empresa, han rechazado de plano.

El colegio lamenta la campaña

Desde el Colegio han explicado a El Debate que ya advirtieron en su momento, que si la situación continuaba en esa línea, estudiarían emprender acciones legales. Y es lo que han hecho presentando esta demanda (fue hace un mes), en los juzgados de Terrassa. Y si se ha conocido, apuntan, es porque los padres demandados han vuelto a informar de inmediato a los medios de comunicación.

En cualquier caso, una portavoz de El Karmel explica que lo que se pretende es «proteger el honor del colegio, y se hace a raíz de la campaña de difamación y daños reputacionales que llevaron a cabo los demandados».

También lamenta que en lugar de utilizar los canales internos para expresar las quejas, y que todo se hubiera tratado en el ámbito privado, se aireó a los cuatro vientos, en los medios de comunicación y en las redes sociales. En cambio, los «canales de comunicación» con el centro se limitaron a la prensa y vía abogado.

La portavoz deja claro que la escuela ha estado trabajando para que el próximo curso empiece con «cierta tranquilidad» y para intentar mejorar determinadas cuestiones, por ejemplo, «en el ámbito de la comunicación». También asegura que el concierto no está en peligro, pero reconoce que la situación es «desagradable e injusta».

Por lo demás, la escuela está a la espera de la resolución del expediente informativo que abrió el Departamento de Educación a raíz de las acusaciones de algunas familias. Aseguran desde El Karmel que «están tranquilos» y que se presentó toda la documentación y todas las alegaciones que pedía la consejería en tiempo y forma.