Vista de la villa de Riudaura, en La Garrotxa
Rutas por Cataluña
La ruta de Olot a Riudaura: una excursión entre volcanes y antiguos campos de batalla
Los pueblos entre estas dos poblaciones de Gerona fueron escenario de las tres guerras carlistas
El camino que va de Olot a Riudaura –ambos en la provincia de Gerona– también se conoce como el de los carlistas, ya que estas dos poblaciones de La Garrotxa fueron feudos de ambos ejércitos durante las tres guerras carlistas. Estamos hablando de un camino que no supera los 10 kilómetros, a lo largo del cual tenemos la Sierra de San Valentín, el volcán Montolivet, La Pinya y la Plaza del Gambeto de Riudaura.
Empezamos en Olot, a su salida hacia Les Preses, en el cruce de la calle Sant Rafael con la de Camil Mulleras. Allí tomaremos el camino que nos lleva a La Pinya. Cuando se acaba el asfalto, a mano izquierda, hay un camino marcado en amarillo: seguiremos por él hasta llegar al mirador del volcán Montolivet. Esta zona forma parte del Parque Natural de la zona volcánica de La Garrotxa.
En lo alto de este volcán, encontraremos una torre defensiva. Con anterioridad, hasta el siglo XVI, se conocía como Puig de la Rovira, pero unos sacerdotes capuchinos le pusieron su actual nombre. Esta torre sirvió de defensa durante las guerras carlistas. Desde este mirador tenemos una vista inmejorable de Les Preses y la Vall d’en Bas.
El Hostal de la Corda
De ahí avanzaremos hasta el mirador de la Sierra de San Valentín, a un par de kilómetros del anterior. También desde allí disfrutaremos de buenas vistas de La Garrotxa. La siguiente parada es La Pinya, actualmente entidad de población, con unos 154 habitantes. Aquí aún podremos visitar el Hostal de la Corda. ¿Qué ocurrió allí?
En el mes de marzo de 1875, el mando carlista en Cataluña cambió de manos. Desde la marcha del Infante Alfonso de Borbón, el general Rafael Tristany había dirigido los destinos del ejército carlista en la región. En el mes de marzo de 1875, Carlos VII le reclamó a su lado, y su sustituto fue Francisco Savalls.
Una vez investido en el nuevo cargo se produjo una entrevista que ha pasado a la historia porque, en ese momento, se pensó que Savalls había traicionado al ejército carlista y a Carlos VII. Fue el encuentro de Martínez Campos y Savalls, el 26 de marzo de 1875, en el Hostal de la Corda.
La entrevista la convocó Martínez Campos, que deseaba saber si, a pesar del cambio de mando del ejército carlista, perduraría el convenio contractual entre los dos ejércitos respecto a los heridos.
El encuentro tuvo lugar en Viernes Santo: por parte alfonsina se reunieron Martínez Campos, el teniente coronel capitán del Estado Mayor César de Villar y su ayudante, el teniente coronel Narcís Fuentes, escoltados por tres ordenanzas. Por la parte carlista acudieron Savalls, Lizárraga y Morera. Si bien la reunión en el Hostal de la Corda no tuvo la menor importancia, algunos contrarios de Savalls quisieron ver en esta entrevista la traición de éste a Carlos VII.
El Hostal de la Corda, en la actualidad
A pesar de lo explicado, aunque no hubiera traición, las cosas cambiaron a partir de aquí. Como comenta el abogado y periodista Román Oyarzun, «algún éxito debieron tener aquellas negociaciones, cuando a partir de entonces Savalls apenas dio señales de vida». Mientras Lizárraga fue a Olot, Savalls se desplazó a Sant Joan de les Abadesses. Allí se reunió con los propietarios rurales.
Estos le pidieron que finalizara la guerra y le retiraron el apoyo económico. Consideraban que la resistencia perjudicaba sus intereses. Savalls, aunque no de una forma explícita, aceptó las condiciones, pues la guerra en Cataluña finalizó el 14 de noviembre de 1875. Cuando esto ocurría, Savalls estaba en Navarra. De ahí se exilió, muriendo en Niza en el 1886.
Hacia Riudaura
También estando en La Pinya es interesante visitar los antiguos lavaderos y la iglesia. De ahí nos dirigiremos hasta Riudaura. El antiguo monasterio fue erigido por el conde Wifredo I de Besalú en el año 852. En la actualidad solo queda en pie la torre circular. También tenemos la iglesia parroquial de Santa María; la iglesia de Sant Miquel del Mont y el Santuario de la Font de Joan.
En Riudaura tenemos el Puig Estela, que tiene un mirador natural que separa la Vall de Riudaura con la Vall de Vallfogona del Ripollés. Podemos terminar nuestra ruta en la Plaza del Gambeto. Esta plaza debe su nombre al baile que ahí se realiza durante la fiesta Mayor del Roser.
El gambeto, usado antiguamente en Cataluña, era un abrigo largo hasta media pierna, sin valona y con mangas reales o simuladas, que llevaban los hombres en invierno los días de fiesta y que todavía es usado en ciertos bailes y en ciertas ceremonias oficiales arcaicas; se adoptó para complementar la vestimenta de algunas ligeras tropas.
La villa de Riudaura creció probablemente fruto de la influencia del monasterio, y se configuró el núcleo urbano en torno a la capilla de Sant Marçal, que actualmente es el edificio del ayuntamiento. El término de Riudaura se ha mantenido casi invariable desde su fundación en el siglo IX. Respecto a las guerras carlistas, el 4 de mayo de 1872, la partida de Juan Solarich, conocido como Saragatal, fue vencida aquí, muriendo como consecuencia de las heridas. También el general Arsenio Martínez Campo pernoctó en Riudaura.