El restaurante Miracle se encuentra en la Rambla Nova de Tarragona
Tarragona
Así responde un restaurante a la denuncia por tener el cartel en español: «Que venga Puigdemont a...»
La contestación de un establecimiento de Tarragona a la amenaza de una multa se vuelve viral
El restaurante Miracle («milagro»), situado en la Rambla Nova de Tarragona, se ha visto envuelto en la enésima polémica lingüística, avivada en redes sociales por la entidad nacionalista Associació Acció pel Català (AAC). En su perfil de X, esta agrupación ha compartido la página en Google de este establecimiento, que tiene una puntuación de 4,4 estrellas, llamando la atención sobre un punto.
En concreto, desde AAC señalan que «íbamos a hacer una reseña a este restaurante, pero parece que se nos han adelantado», y añaden que la comida «ni bien ni mal», pero que son «una panda de castellanos». Y a continuación comparten al que se les ha adelantado: un comensal que informa al restaurante Miracle de que les ha denunciado a la Agencia Catalana del Consumo para que les multen.
«Su rotulación incumple la Ley 22/2010», señala el reseñista, bajo el pseudónimo MMT. Y añade: «Esta reseña negativa hace referencia exclusivamente al incumplimiento legal y no al servicio ni a los productos del establecimiento». La respuesta del restaurante a este mensaje no se hace esperar, y es contundente: «Llama a Puigdemont que venga a rotulármela», dicen, concluyendo con un insulto, «ameba parásita».
El tuit de AAC se ha vuelto bastante viral, cosechando halagos de otros usuarios afines, pero también críticas. Un tuitero les responde «abajo el facherío separata», y otro elabora más su respuesta: «Luego os quejáis si se os llama nazionalistas, etnocéntricos y catalibanes de la lengua. Que cada cual hable y rotule como le dé la gana», dice.
La denuncia al Miracle no es un caso aislado. En 2024, el gobierno de la Generalitat –que cambió de signo a mitad de año, de republicano a socialista– multó a 206 negocios por no usar el catalán, recaudando más de 409.000 euros, según las cifras del balance anual de la Agencia Catalana del Consumo (ACC).
Son cifras, eso sí, inferiores a las del año anterior, durante el mandato de ERC: en concreto, suponen, respectivamente, una caída del 23,5% en número de negocios multados y del 19% de la recaudación.