Jugadores del Sol Gironès Bisbal, en un póster promocional

Jugadores del Sol Gironès Bisbal, en un póster promocionalBisbal Bàsquet / X

Cataluña

La Federación Española de Baloncesto prohíbe a un club catalán lucir la 'estelada' en su camiseta

La nueva normativa veta las referencias «a ideas políticas o religiosas» en los uniformes de juego de Segunda FEB

Hace cinco temporadas que el Sol Gironès Bisbal Bàsquet jugaba sus partidos de baloncesto luciendo una gran bandera estelada –la enseña independentista formada por las cuatro barras y una estrella– en su uniforme. Este año, no obstante, ya no será así: el club de La Bisbal de l’Empordà (Gerona), que juega en Segunda FEB y estrena temporada este domingo contra el CB Salou, ha tenido que abandonar la simbología separatista.

El motivo, según adelanta el Diari de Girona y ha confirmado El Debate, es la necesidad de acatar la nueva normativa de la Federación Española de Baloncesto (FEB) para la categoría Segunda FEB. Las nuevas normas adaptan la ley del deporte e incluyen un punto en el apartado de «Uniformes de juego» en el que se prohíbe «la inclusión de ningún elemento que pueda hacer referencia a ideas políticas o religiosas».

La normativa de la FEB también prohíbe que los uniformes luzcan nada «que sea contrario a la ley, a la moral, a las buenas costumbres o al orden público», y tampoco nada que altere «los colores o emblemas propios del club». Todo ello ha llevado al club gerundense a recular y eliminar la estrella de la estelada en el nuevo diseño que portarán los jugadores a partir de esta semana.

En una entrevista al portal Zona de básquet realizada en 2020, el entonces entrenador del club, Joan Ferrer –hoy es su director deportivo– defendía la inclusión de la estelada en la camiseta: «Somos de dónde somos, un pueblo marcadamente independentista, el 70% de los resultados electorales son para opciones independentistas y la camiseta del club es resultado de esta realidad», reflexionaba.

La estelada en la camiseta comenzó en la equipación de entrenamiento, pero pronto saltó al primer uniforme. «La idea es llevarla hasta que consigamos la independencia de Cataluña», decía hace cinco años Surís. Un lustro después, la independencia parece más lejos si cabe y su promesa ha quedado en agua de borrajas.

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