Joan Baldoví en la sede de Compromís

Joan Baldoví, en la sede de CompromísEuropa Press

Comunidad Valenciana

Compromís es una «jaula de grillos»: «Como sigan así, nos hundimos»

Las hostilidades en la formación nacionalista se multiplican desde que Baldoví anunció su decisión de optar a la presidencia de la Generalitat sin consultar a los otros partidos de su coalición

Hace unos años, incluso unos meses, hablar de Compromís era hablar de sonrisas. No solo porque su logotipo imite una de ellas, sino porque todo era favorable. Ni en sus mejores sueños hubieran tenido la Alcaldía de Valencia, la vicepresidencia de la Generalitat y numerosos ayuntamientos en toda la Comunidad.
Sin embargo, la imputación de Mónica Oltra por encubrir, presuntamente, los abusos sexuales de su marido a una niña de catorce años bajo su protección, parece que ha abierto la caja de los truenos.
Cuando la ultrapoderosa Oltra dimitió –a regañadientes, eso sí– se produjo un cierre de filas orgánico hacia ella, nunca visto hasta el momento en delitos tan graves como los que se le imputaban. No obstante, y haciendo buena esa afirmación de que hay «amigos, enemigos y compañeros de partido», sus compañeros de coalición bailaban junto a Oltra mientras ya iban pensando en el siguiente paso a dar.
Para entender esos pasos, hay que explicar cómo funciona Compromís. La coalición nacionalista valenciana se sostiene en tres patas. La minoritaria es la rama ecologista, que la encarna Equo-Els Verds.
En cambio, sus dos grandes familias son las que, nada casual, están ahora en pública pugna. Por una parte, Iniciativa tiene un fuerte arraigo comunista. De hecho, sus orígenes provienen del PC y ha absorbido a Esquerra Unida. En esta formación militan la propia Oltra y su sucesora al frente de la vicepresidencia valenciana, Aitana Mas.
Por su parte, el partido más fuerte dentro de esta amalgama es Més Compromís, antiguamente conocido como el Bloc Nacionalista. El diputado Joan Baldoví y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, son sus principales exponentes.
A partir de estas premisas, se entenderá mejor el malestar de Iniciativa una vez Baldoví anunció su candidatura a las primarias de Compromís para presidir la Generalitat. Aunque respalda su decisión, una fuente de los nacionalistas asegura que se podría «haber hecho mejor».
Se refiere a los aspectos que más han molestado a sus socios de coalición. El primero es que el propio Baldoví no les hubiese avisado de su decisión y, «para más inri», que «muchos» de su partido se hubiesen enterado «por la televisión».
En esta línea, la misma fuente muestra su malestar porque Baldoví hubiese hecho su anuncio en paralelo al Debate de Política General en las Cortes Valencianas: «Es como hacer una cobra a tu propia gestión. No se entiende, pero él es como es», señala el confidente.

Diferentes estrategias

De cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, Compromís tiene un importante papel que jugar. Lo que está por ver es cómo juega dicho rol.
Y es que Baldoví no tiene asegurado un camino ausente de problemas interno, ya que Iniciativa no ha descartado por el momento que Mas pueda pugnar con el diputado de cara a hacerse con el liderazgo de Compromís.
Para lograrlo y con la intención de influir en la opinión pública, la estrategia de Més e Iniciativa son clarividentes.
Así, Baldoví «no piensa renunciar a su escaño» en Madrid, según relata la fuente de Compromís. Por tanto, el nacionalista seguirá usando su puesto como diputado nacional en San Jerónimo «como altavoz» con vistas a su campaña.
Buen ejemplo de lo que relata la fuente se vio en la última sesión de control al Gobierno. En ella, Baldoví agotó su tiempo sin preguntar a Sánchez, a cambio de un discurso de tres minutos a modo mitin en el que le reclamaba mejoras en el sistema de financiación autonómica.
Esa actitud combativa de Baldoví choca con la que mostró, casi complaciente con el presidente el Gobierno, en el Debate sobre el Estado de la Nación el pasado julio. En él, el diputado nacionalista tan solo le dedicó cinco segundos a ese tema, mientras que se esforzó casi tres minutos en nombrar a Bárcenas, la 'caja B' del PP, las 'cloacas del Estado' y demás recursos de su partido.
Ahora, Baldoví ha enarbolado la lucha contra Isabel Díaz Ayuso desde el propio Congreso de los Diputados, algo que la fuente de Compromís ve «incorrecto desde lo ético y completamente erróneo desde lo político». En su opinión, «si estás en la Generalitat, estás en la Generalitat, y lo demás no dejan de ser imbecilidades». «Te tienes que centrar», señala.

Oltra, a lo Lula Da Silva

No tanto en Compromís como sí en Iniciativa, se espera que la Justicia pueda desimputar a Oltra y que esa decisión le permita liderar las listas electorales de mayo. Por el contrario, la Ejecutiva de la coalición no es «nada optimista» y prefieren optar por un plan B nada deseable meses atrás.
En esa estrategia entraba con fuerza Mas, que ha ganado no solo un protagonismo público y político en estos meses sin Oltra, sino también orgánico.
Tan es así, que ni ella ni su formación han descartado que se pueda llegar a presentar como candidata de Compromís a la presidencia de la Generalitat y, de ese modo, disputarle la candidatura –y todo lo que ello conlleva– al diputado Baldoví.
Joan Baldoví junto a Mónica Oltra en un acto de Compromís

Joan Baldoví, junto a Mónica Oltra en un acto de CompromísEP

En cuanto al papel que puede jugar Oltra, «ni mucho menos» es limitado. De hecho, si Compromís se afanó en mostrarla ante la opinión pública como una mártir, Iniciativa ha ido un paso más allá y le ha asemejado a Lula Da Silva.
El expresidente brasileño fue condenado por diferentes causas de corrupción, mientras que el Tribunal Supremo de su país posteriormente le absolvió.
Algo así, pretende Oltra: mostrarse ante la sociedad como una víctima de todos, desde la supuesta ultraderecha hasta una presunta justicia heteropatriarcal cuyo mayor objetivo era destronarla. Sin embargo, no parece que esa dicotómica estrategia le vaya a servir de mucho, a tenor de cómo va avanzando la causa en que está imputada.
Preguntada sobre esa pugna cada día más latente y pública, la fuente cercana a Compromís lamenta que sea una «jaula de grillos» y es tajante: «Las encuestas nos dan hostión y nos lo vamos a dar», a lo que añade un reproche a sus excompañeros: «Que sigan, que sigan haciendo el imbécil, que enseguida nos vamos a ir a la mierda».

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