El presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón.

El presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Carlos MazónPPCV

Comunidad Valenciana  El PP denunciará que el valenciano puntúe el triple que un doctorado en las oposiciones a médico

Carlos Mazón califica la medida como «aberración» y acusa a Puig de imponer un «requisito encubierto»

El presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV), Carlos Mazón, ha anunciado que su formación acudirá a los tribunales si la Consejería de Sanidad no rectifica y sigue manteniendo que el nivel de valenciano puntúe hasta el triple que un doctorado en las oposiciones a médico e, incluso, cinco veces más que un máster.
Para el también presidente de la Diputación Provincial de Alicante, esta medida constituye «una chapuza» y «una aberración» y lo ha calificado como «requisito encubierto».
En esta línea, Mazón ha señalado que el departamento que dirige Miguel Mínguez debería replantearse imponer el valenciano porque no se debe «expulsar y desincentivar» a los médicos y mucho menos en «una Sanidad colapsada» como la autonómica.
En opinión de popular, hacer que el «prejuicio impere sobre la capacitación o la experiencia» puede provocar «una huida del conocimiento y del talento» de los profesionales «que se forman» en los hospitales valencianos «pero terminan yéndose a otras comunidades».

«Baremos justos»

Por todo ello, tal como viene diciendo cada vez que salta la polémica sobre un caso relacionado con la imposición lingüística, Mazón ha insistido en que derogará el «requisito» para acceder a cualquier responsabilidad dentro de la Función Pública si consigue la presidencia de la Generalitat Valenciana tras las elecciones de mayo.
Tampoco la gestión sanitaria que está llevando a cabo el Ejecutivo autonómico cuenta con la aprobación de la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF). El colectivo se ha concentrado a las puertas de la Consejería del ramo para exigir que revierta su política.
De este modo, reclama la eliminación del requisito del valenciano y que vuelva a ser considerado en las oposiciones como un «mérito» según unos «baremos justos» y soluciones ante el escenario «insostenible» en que está instalado el sector sanitario.
Además, CSIF ha denunciado que en la ciudad de Valencia hay ambulancias del «Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU)» que realizan turnos «sin médicos».
Este escenario se da, además, en un contexto complicado para el tripartito de izquierdas valenciano. Tras semanas en las que el presidente regional, Ximo Puig, ha cargado contra la gestión de su homóloga madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ahora el sector sanitario valenciano ha subido la intensidad de sus protestas.
Así, el Sindicato Médico CESM ha hecho oficial que irá a la huelga los próximos días 17 y 18 de enero en la Comunidad Valenciana con tal de revertir la situación de «colapso» que se está dando en múltiples ámbitos de la Sanidad pública valenciana como en Urgencias o Atención Primaria.
De hecho, en algunos centros hospitalarios de la Región se han llegado a cancelar operaciones quirúrgicas que ya estaban planeadas.
Por tanto, a seis meses de unas elecciones autonómicas más que igualadas en las encuestas, a Puig y su tripartito les sobreviene el hartazgo y protestas de un sector tan importante socialmente como clave en términos electorales.
Lo que está ahora por ver es cómo maneja está situación con sus socios de Compromís y Unides Podem, que, muy difícilmente, van a apearse de la obligatoriedad del valenciano como eje de su proyecto político.
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