El presidente del gobierno Pedro Sánchez, y el líder del PP Alberto Nuñez Feijóo, durante la sesión de control este martes en la Cámara Alta en Madrid

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo, en el SenadoEFE

Elecciones 28-M  Sánchez y Feijóo tendrán actos masivos el fin de semana en Valencia para intentar deshacer el empate técnico

El presidente del Gobierno estará el sábado en la céntrica plaza de la Virgen, mientras el líder del PP prevé llenar el domingo la plaza de toros, testigo de las grandes victorias de los populares

El próximo será el último fin de semana de la campaña electoral con vistas a los comicios autonómicos y municipales. Después, el siguiente sábado será ya la jornada de reflexión, con ningún acto político en la agenda, mientras que a las pocas horas los colegios electorales abrirán en un día que se prevé de infarto en no pocos territorios.
Conscientes de la importancia de estos últimos actos, los dos principales líderes políticos del país han organizado sendos mítines multitudinarios en la que buena parte de los analistas políticos consideran la principal batalla electoral: la Comunidad Valenciana y más concretamente la capital levantina.
Por su peso demográfico –más de cinco millones de habitantes entre las tres provincias– y lo igualado que pronostican las encuestas, la región es la joya de la corona a conquistar. Quien lo consiga finalmente no solo tendrá un importante gobierno autonómico que gestionar, sino que habrá dado un importante espaldarazo a su líder nacional de cara a las elecciones generales de finales de año.
De este modo, el primero en aterrizar en Valencia será el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Su mitin se celebrará el sábado por la mañana en la plaza de la Virgen, en pleno centro de la ciudad. Sobre el acto cabe destacar dos aspectos. El primero es que se tendrá lugar al aire libre, algo que es sumamente extraño en un jefe del Ejecutivo poco dado a este tipo de puestas en escena.

La plaza de toros, fetiche del PP

La otra nota a subrayar es el aforo esperado. La plaza de la Virgen -donde culmina la Ofrenda de flores en Fallas- no es que sea una ubicación excesivamente amplia, aunque las previsiones socialistas se dirigen a llenarla. En sus últimos mítines en la capital autonómica, Sánchez se decantó por espacios más grandes como Feria Valencia o la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Descartados ambos, tampoco el PSOE ha elegido el Palacio de Congresos. En todos esos sitios cabría bastante más gente que en la plaza de la Virgen. Aún así, no es posibles estimar cuánta gente podría acudir porque todavía no se ha confirmado qué número de sillas habrá y qué espacio se dejará a personas de pie.
El de Valencia no será un mitin fácil para el secretario general de los socialistas. Aunque su formación gobierna a nivel regional, las encuestas en absoluto le aseguran seguir haciéndolo tras el 28 de mayo y lograr la alcaldía se concibe prácticamente como un imposible. Si se cumplen los pronósticos, el bastón de mando se lo disputarán Joan Ribó y María José Catalá y el PSOE se encaminaría a los 32 años fuera del poder local en el Ayuntamiento valenciano.
Tampoco será plato de buen gusto para Sánchez volver a ver a un Ximo Puig con el que hace ya unos meses que su relación está totalmente rota. Si a todo eso se le une que el rechazo al recorte del trasvase Tajo-Segura no le aporta a la papeleta del puño y la rosa ningún voto extra en la Comunidad, la polémica por las listas de EH Bildu no será el único tema espinoso a sortear por el equipo del palacio de la Moncloa.
Por su parte, las aspiraciones del Partido Popular están centradas en recuperar la Generalitat Valenciana como una prioridad máxima y para ello celebrará el domingo su mitin más multitudinario de toda la campaña electoral. Lo hará en la plaza de Toros de Valencia, un sitio emblemático para los populares y que ha sido testigo de victorias históricas de la organización.
Alberto Núñez Feijóo prevé llenar uno de los lugares fetiche del PP, superando los diez mil asistentes. No es la primera vez que visitará la plaza de Toros en un acto de partido, pero sí como presidente de este. En octubre de 2021 el coso valenciano albergó la última parada de la Convención Nacional de los populares. Después de pasar por varias ciudades de toda España, Pablo Casado la culminó en la capital regional, abarrotándola y quedándose cientos de simpatizantes en los exteriores.
Lleno en la plaza de toros de Valencia en la clausura de la Convención Nacional del PP en octubre de 2021.

Lleno en la plaza de toros de Valencia en la clausura de la Convención Nacional del PP en octubre de 2021PP PATERNA

Ahora, a los mandos de Génova está un Feijóo que sabe que si quiere «derogar el sanchismo» tras las elecciones generales ha de conseguir previamente que el mapa político de la Comunidad Valenciana se tiña de azul, tanto en la Generalitat como en las principales alcaldías. Es en Alicante donde mejor pinta para el PP. Salvo sorpresa mayúscula de última hora, Luis Barcala retendría la alcaldía mejorando los resultados de 2019. No lograría la mayoría absoluta, algo que sí haría holgadamente con al apoyo de Vox.
En Valencia la igualdad es el rasgo común en todas las encuestas excepto en el CIS del socialista José Félix Tezanos. Dejando al errático organismo público al margen, el bloque de de centro-derecha de PP y Vox tendría diecisiete concejales, la cifra exacta de la mayoría absoluta, por los dieciséis escaños de Compromís y PSPV-PSOE, que saldrían del poder ocho años después.
El mismo panorama es el reinante en Castellón. Allí, ambos bloques siguen parejos y según fuentes del Partido Popular consultadas «todo está muy justo» y la diferencia «puede ir de un solo concejal».
En el ámbito regional, de nuevo salvo el CIS, los sondeos señalan que la primera fuerza será la candidatura del PP liderada por Carlos Mazón. Sin embargo, el contexto es de igualdad absoluta, de empate técnico. En las encuestas, dependiendo de las fechas en que se hayan hecho y de los microdatos, ningún bloque supera los 51 representantes, cuando la mayoría está en cincuenta.
Con todas esas circunstancias, tanto Sánchez como Feijóo pondrán toda la carne en el asador para que sus respectivos mítines este fin de semana sirvan como exhibición de fuerza ante los suyos y como palanca de movilización de los indecisos. No solo hay en juego un premio. Hay cientos de alcaldías, uno de los gobiernos regionales más importantes del país y, en unos meses, la presidencia de España.
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