Soler, Morant y Bielsa, los tres candidatos para suceder a Puig en el PSPV

Soler, Morant y Bielsa, los tres candidatos para suceder a Puig en el PSPVPaula Andrade

Quién es quién en la carrera por suceder a Ximo Puig al frente del PSPV

Diana Morant, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler han presentado sus candidaturas para competir por ser el próximo líder del socialismo valenciano

El Comité Nacional del PSPV-PSOE aprobó el pasado sábado el calendario definitivo para la celebración del Congreso Extraordinario del que saldrá el nuevo líder de la organización. Si bien es cierto que ese trámite era necesario según recogen los estatutos socialistas, en la realidad el proceso para suceder al expresidente de la Generalitat Ximo Puig comenzó bastantes meses antes, concretamente en la misma noche electoral del 28-M, en la que el Partido Popular y Vox sumaron mayoría absoluta y abrían la puerta de salida al tripartito de izquierdas.
El primero que anunció cambios en el partido fue el propio Puig, que aseguró que daría un paso atrás, aunque la inesperada convocatoria de las generales por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trastocó sus planes, una situación a la que le quedan pocas semanas, ya que entre el 25 de febrero, en primera vuelta, y el 3 de marzo, si hubiera una segunda, la militancia decidirá a quién le encomienda la tarea de dirigirles.
Salvo sorpresa de última hora en forma de pacto, las bases de la federación tendrán que optar por tres nombres: Diana Morant, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, cada uno con sus bazas, sus debilidades y con una estrategia a desarrollar. En cuanto a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, es la gran apuesta de Ferraz y, por ende, del jefe del Ejecutivo en una maniobra que recuerda sobremanera a la que realizó con el entonces titular de Sanidad, Salvador Illa. La única diferencia es cambiar al PSC por el PSPV, ya que el objetivo es el mismo: nombrar a un 'embajador del sanchismo' en las baronías regionales y, de ese modo, poder controlar los entresijos y la gestión de estas.

Etiqueta oficialista

Exalcaldesa de la localidad valenciana de Gandía desde 2015 hasta julio de 2021, fecha en la que recibió la llamada de su jefe de filas para integrar el Consejo de Ministros, Morant tiene dos grandes puntos débiles para salir victoriosa. Llamativamente, uno de esos a priori podría ser visto como una ventaja. Se trata de ser la elección personal de Sánchez. En principio, eso le sirve para partir como la gran favorita gracias al liderazgo férreo que ejerce en la formación el inquilino del Palacio de la Moncloa.
Sin embargo, tampoco cabría descartar que, precisamente ese aspecto, sea visto de manera negativa por la militancia, que en no pocas ocasiones la influencia, cuando no interferencia, de la cúpula en cuestiones regionales se ha tomado como la ocasión idónea para poder asestar un duro revés a los máximos dirigentes socialistas. El oficialismo no siempre ha triunfado en primarias. Si no, que se lo digan al presidente del Gobierno. El segundo gran reto para Morant es, más allá de ser la candidata de Ferraz, cómo llegar a los militantes.
Carlos Fernández Bielsa, Alejandro Soler y Diana Morant, en el Comité Nacional del PSPV-PSOE

Carlos Fernández Bielsa, Alejandro Soler y Diana Morant, en el Comité Nacional del PSPV-PSOEEFE / Kai Forsterling

A pesar de haber sido regidora de Gandía y de su salto al Ministerio, su peso orgánico es notablemente bajo, ya que hasta el momento no ha ocupado cargos de relevancia en la estructura del PSPV-PSOE. Por tanto, sus grandes respaldos son de figuras relevantes del socialismo, tanto a nivel autonómico como regional. Así, Sánchez, José Luis Rodríguez Zapatero y Puig la apoyan. Su gran problema es que de esos tres, dos no votan en el Congreso Extraordinario, por lo que su plan tiene como gran meta darse a conocer a las bases y quitarse la etiqueta oficialista.

Alcalde del PSOE más votado de España

Por el contrario, sus dos rivales sí cuentan con conocimiento y experiencia interna. De esta manera, Carlos Fernández Bielsa es el secretario provincial de los socialistas en Valencia, con lo que su palabra y su autoridad entre alcaldes de la zona y otros altos cargos le pueden valer para optar a dar la campanada. Actualmente, está al frente del Ayuntamiento de Mislata, un puesto que el 28-M revalidó convirtiéndose en el alcalde del PSOE más votado de España. En términos porcentuales, con un 61,72 % de los votos superó al incombustible Abel Caballero en Vigo, que cosechó un 60,96 %.
Igualmente, el aspirante tiene cuentas pendientes con su propia formación. Tras las elecciones, los números le daban para convertirse en el nuevo presidente de la Diputación de Valencia. El inconveniente fue que tenía que pactar con el alcalde de Onteniente, Jorge Rodríguez, que años antes fue expulsado del PSPV-PSOE después de resultar imputado en un caso de corrupción del que luego fue absuelto. Aunque los contactos para que votara a favor de Bielsa se produjeron hasta el último minuto, el Gobierno provincial cayó hacia el PP, con Vicente Mompó como presidente.
Alejandro Soler, a la izquierda, junto a Carlos Fernández Bielsa, en Fitur

Alejandro Soler, a la izquierda, junto a Carlos Fernández Bielsa, en FiturEFE / Ana Escobar

Apoyo de Ábalos y enemistado con Puig

El tercer postulante es Alejandro Soler, que ocupa el mismo cargo que su compañero, pero en Alicante. En la provincia del sur vivió su primer triunfo en unas primarias. Fue en 2022 frente a Toni Francés, así que el control en su territorio es muy amplio. Su influencia en Madrid no solo la tiene por estar en posesión de un escaño en el Congreso de los Diputados, sino también a través del exministro de Transportes, José Luis Ábalos. Enemistado con Puig y en permanente pugna por el dominio de la organización, los votos que el valenciano pueda arrastrar pueden ser vitales para las opciones de Soler.
De hecho, Alicante es la plaza más importante en lo que a militantes se refiere, seguida de Valencia y Castellón. Previsiblemente, que Puig haga campaña por Morant en esta última previsiblemente se traduciría en un cómodo triunfo de la ministra. Por ello, la gran incógnita estará en conocer el alcance del peso que pueden llegar a tener los secretarios provinciales Bielsa y Soler. Si consiguen hacerse fuertes y que su mensaje de no injerencias de Ferraz cale, quizás el partido esté más abierto de lo que Sánchez pensó en su momento.
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