El segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia, Juan Manuel Badenas (Vox)

El segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia, Juan Manuel Badenas (Vox)Gemma Gil

Entrevista | 2º teniente de alcalde de Valencia

Juan Manuel Badenas (Vox): «El problema no está en el PP, está en la señora Catalá»

El mayor cargo municipal de Vox en España hace un balance positivo del primer medio año de coalición con los 'populares' en el Ayuntamiento de Valencia, pero se muestra muy crítico con la alcaldesa, a la que tilda de «progre»

Juan Manuel Badenas (Valencia, 1965) es jurista, catedrático de Derecho Civil en la Universidad Jaume I y miembro de la Real Academia de Ciencias de Ultramar, en Bélgica. Desde el 20 de octubre de 2023 es segundo teniente de alcalde de Valencia y concejal de Empleo y Formación y Parques y Jardines, fruto del acuerdo de Gobierno entre Partido Popular y los cuatro concejales de Vox en la ciudad del Turia. Dado que Valencia es la tercera ciudad más poblada de España, el suyo es el mayor cargo municipal que tiene el partido liderado por Santiago Abascal en estos momentos.
Durante el primer medio año de Gobierno de coalición, formado cinco meses después de que el PP ganase las elecciones y consiguiese gobernar durante ese tiempo en minoría, se han producido numerosas discrepancias entre ambas formaciones, algunas con una fuerte beligerancia, como el propio Badenas repasa con todo lujo de detalles durante la entrevista realizada por El Debate esta semana en su despacho en el Ayuntamiento.
Cuando quedan apenas un puñado de días para que se cumplan seis meses de la entrada de Vox en el Gobierno municipal valenciano, ¿qué balance hace de este periodo?
–Es un balance interesante porque es la primera oportunidad que ha tenido Vox de gestionar los intereses municipales de forma relevante, porque de todas las capitales de España la que tiene mayor número de habitantes y tiene más volumen de gestión por Vox es Valencia. La cohabitación política siempre es una cosa complicada porque supone, por una parte, dar prioridad al interés general, que es el interés de los ciudadanos, pero, por otra parte, también realizando políticas que tienen que ver con cada uno de los dos miembros de la coalición de gobierno.
Creo que Vox lo está consiguiendo, a pesar de que su número de concejales es solo de cuatro, por los 13 que tiene el PP. Vox está consiguiendo marcar su impronta en Valencia, no solo con discursos, sino también con acciones. El balance es muy satisfactorio en la medida en que es la primera oportunidad en que Vox está realizando una labor de gobierno.
Vox, con sus cuatro concejales, dirige una decena de áreas. ¿Qué medidas destaca de este primer medio año de su partido dentro del Ejecutivo?
–No ha habido mucho tiempo. Los primeros meses han sido de aterrizaje y de preparación, incluso de carácter administrativo, de las cosas que se van a tener que hacer durante los próximos tres años. Por tanto, de momento no podemos enorgullecernos de nada concreto porque lo que hemos estado haciendo ahora es preparar el desarrollo de esas políticas. En los próximos meses, y sobre todo en los próximos dos años, vamos a ver una diferenciación muy clara en políticas que tienen que ver con el empleo y el emprendimiento y la agricultura. Son parcelas en donde va a haber un significativo cambio.

Pienso que nos trataron de dar aquellas áreas en donde pensaban que Vox iba a poder realizar menos actividad política

¿El actual reparto de competencias en el Consistorio es con el que cuentan para toda la legislatura o se plantean pedir a la alcaldesa algún tipo de reestructuración, a tenor de sus quejas sobre la «invasión» de competencias por parte de algunas concejalías del PP, como la de Igualdad, a la que recientemente usted tildaba de «progre»?
–Creo que las personas y los principios tienen mucho que ver con la forma de hacer política y gestionar. Cuando se hizo el reparto de competencias por parte de la alcaldesa, fue ella la que dijo cuáles eran las delegaciones que tenía que asumir Vox. Todo lo que hizo fue un ofrecimiento y hubo una muy pequeña negociación, pero las delegaciones ofrecidas fueron por parte del PP, que es quien ostentaba ese instrumento. Yo pienso que nos trataron de dar aquellas áreas en donde pensaban que Vox iba a poder realizar menos actividad política, que iban a ser, digamos, delegaciones marías, como se dice en el argot universitario. Áreas donde hubiera poco juego. Pero cualquier delegación puede ser ejercida con principios.
Badenas, durante la entrevista con este periódico

Badenas, durante la entrevista con este periódicoGemma Gil

El PP elige realizar el ejercicio de las competencias con principios progres y Vox prefiere hacerlo con principios tradicionales. Por eso yo creo que no va a haber un cambio de delegaciones ni de competencias, porque se ha dado cuenta el PP de que nosotros, cualquiera que sea la delegación en la que aterricemos, vamos a hacerlo con nuestros principios y con nuestros valores, porque para eso nos han elegido los electores. Si no habrían elegido solamente al PP o a cualquier otro partido progre para que dirigiera los intereses del Ayuntamiento.

Catalá, desde que ha aterrizado en el Ayuntamiento, ha hecho un continuismo con las políticas que realizó el Rialto

Sin embargo, han elegido un partido no progre, no implicado en la corrección política, para desarrollar políticas dentro del Ayuntamiento de Valencia. Vamos a seguir teniendo las que tenemos y vamos a trabajar de acuerdo con los objetivos, porque si no, no tiene sentido que estemos aquí. Entonces, sí que ha habido una intromisión y lo que no se puede hacer es que en un Gobierno se estén realizando al mismo tiempo políticas contradictorias.
Esto ha derivado en que durante este medio año se hayan producido varios encontronazos entre PP y Vox en el Ayuntamiento. ¿Cómo valora la relación entre ambas formaciones, en general, y la suya con la alcaldesa, en particular?
–Yo creo que la relación del PP y Vox en el Ayuntamiento es muy parecida a la que tienen a nivel nacional y la relación que tiene María José Catalá conmigo es muy parecida a la que tiene –Alberto Núñez– (Feijóo) con Santiago Abascal. Feijóo es un progre, María José Catalá es una progre y Abascal y yo somos de Vox y tenemos otros principios distintos. Yo no sé cuál es la relación personal que tiene Feijóo con Abascal. Supongo que será cordial, buena. La relación que yo tengo con Catalá también es cordial, buena, como no puede ser de otra manera.
Lo que nos diferencia son los principios. Somos políticamente muy distintos. María José Catalá, desde que ha aterrizado en el Ayuntamiento, ha hecho un continuismo con las políticas que realizó el Rialto –en referencia al anterior Gobierno de izquierdas– durante los últimos años. De hecho, en algunos choques que tiene con nosotros es precisamente por eso.
A nivel autonómico, la coalición de PP y Vox en la Generalitat Valenciana parece llevar una vida más tranquila y no se han manifestado esas discrepancias entre el presidente, Carlos Mazón, y el vicepresidente primero, Vicente Barrera. ¿Es más fácil gobernar con el PP que encarna Mazón que con el de Catalá o cree que más o menos son lo mismo?
–Yo creo que no son lo mismo. Ayer –por este martes–, por ejemplo, fui a un programa de televisión y hubo unas imágenes en las que aparecía Carlos Mazón en el Senado y yo no tuve ningún empero en decir «me ha gustado mucho lo que ha dicho el señor Mazón al señor –Pere– Aragonès», porque lo que ha hecho ha sido defender tanto la cultura valenciana como el capital social de España. La señora Catalá no hace eso, pero no es porque sea una persona más o menos simpática, es que las políticas del señor Mazón no son idénticas a las que tiene la señora Catalá.

La forma que tienen de pensar Mazón y Catalá no es nada parecida y se manifiesta constantemente

El señor Mazón y el señor Barrera decidieron que unos premios que se llaman Guillem Agulló fueran retirados, y aquí la señora Catalá se niega a que dentro de los Jardines de los Viveros se retire un paseo que lleva su nombre, el de un independentista catalanista, que además es un icono del catalanismo separatista en lo que ellos llaman «els Països Catalans». La forma que tienen de pensar Mazón y Catalá no es nada parecida y se manifiesta constantemente. Por tanto, yo creo que el problema no está en el PP, está en la señora Catalá.
Lo que yo no sé, eso ya es una cuestión que tendrán que interpretar los politólogos, es cómo funciona el PP por dentro. Porque yo creo que hay una cierta coordinación entre María José Catalá, el señor –vicesecretario general institucional del PP, Esteban– González Pons y el señor Feijóo. A lo mejor lo que ocurre es que el señor Mazón está en una línea distinta o no exactamente igual que los otros tres y por eso es más fácil que haya más coincidencias con Vox en la Generalitat Valenciana que las que puede haber en un ayuntamiento donde el señor González Pons, que es muy progre también, pues a lo mejor marca más la política del Ayuntamiento que lo que hace este señor en la Generalitat, donde creo que no tiene ni arte ni parte. Creo que es una cuestión de la ideología de cada uno, porque dentro del PP hay muchas formas de actuar.
El rifirrafe más sonado fue el abandono del grupo municipal de Vox del Pleno hace unas semanas tras no darle la palabra la alcaldesa. ¿Cree que estos episodios ponen en peligro la coalición?
–No, porque al PP no le interesa en ningún caso, con 13 concejales. Creo que ni siquiera con 16. Con el voto de calidad de la alcaldesa, más o menos, podría sacar adelante las cosas, pero con sólo 13 no va a ninguna parte. Necesita todos y cada uno de los cuatro votos de Vox para poder realizar la actividad. La otra opción es pactar con el PSOE o con Compromís. Esto es algo que en principio descartaba, pero no lo sé, no estoy en la mente de la señora Catalá. Es una opción que se puede tener. Pero claro, eso significaría hacer políticas en el Ayuntamiento de Valencia totalmente distintas.

Catalá estaría más cómoda gobernando sola

Usted, entre 2011 y 2014, fue rector de la Universidad Internacional de Valencia, un periodo en el que Catalá era consejera de Educación, Cultura y Deporte (2012-2015), Entonces, la Generalitat vendió buena parte de esta institución a Grupo Planeta, tras lo cual usted dimitió de su cargo. Más allá de cuestiones políticas, ¿tiene algún tipo de animadversión personal hacia la regidora por estos hechos?
–En ningún caso. Para nada. Lo dije durante varias ocasiones durante la campaña: ni la señora Catalá ni yo somos importantes, lo importante es Valencia y los ciudadanos valencianos. Somos en este momento servidores públicos que tenemos que forzosamente tratar de entenderlo lo mejor posible, defendiendo cada uno lo que tenga que defender. Las cuestiones personales no tienen que ver. Incluso dentro de Vox, que somos cuatro concejales, no tenemos por qué tener el mismo nivel de confianza todos con todos. Basta simplemente con que trabajemos bien y de forma coordinada.
Badenas, en su despacho, durante la entrevista con El Debate

Badenas, en su despacho, durante la entrevista con El DebateGemma Gil

¿Cree que Catalá se siente cómoda gobernando junto a usted y su partido?
–Catalá estaría más cómoda gobernando sola. De hecho, lo único que yo le puedo decir, y eso sí que lo puedo aseverar, y no es una cuestión personal, es una cuestión de percepción del ejercicio de la política, es que ella, antes de ser alcaldesa de Valencia, la otra dirección que ha tenido previa políticamente ha sido la de consellera de Educación, Cultura y Deporte. Esto puede haber generado en ella un modo de ejercer la política que de forma subconsciente ha trasladado al Ayuntamiento.
Ser conseller cuando se está en un Gobierno de mayoría absoluta y dentro de una Conselleria es tener mucho poder. El conseller dentro del organigrama de la Conselleria hace lo que considera que tiene que hacer. Tiene la confianza del presidente de la Generalitat y dirige a todos los directores generales, al subsecretario, a los secretarios autonómicos, a los jefes de servicio y a los subjefes de área. Es la única autoridad competente y todo el mundo tiene que obedecer. Una voz de conseller es suficiente para que cualquier director general tenga que cuadrarse y cumplir la orden. En el Ayuntamiento no es así.

Se está viendo que Vox no solamente es un partido de ideales, sino que también es un partido de gestión

Ella a veces tiende a pensar que toda esta estructura depende de ella, sin pensar que aquí hay dos grupos humanos o dos grupos políticos distintos y que no es justo. No es un monolito, aquí hay dos partes. Y después también hay otra cosa que también hay que señalar, y es que la teoría de relatividad de Einstein se cumple en la política y no las matemáticas. En matemáticas 13 es más que cuatro. Pero en política 13 y cuatro a veces son casi equivalentes cuando se trata de gobernar un ente colectivo donde hacen falta 17 votos.

La institucionalización de Vox

Usted lleva afiliado a Vox desde 2018, por lo que conoce desde dentro la evolución del partido y su llegada a las instituciones. ¿Cómo le está sentando a la formación el pasar del discurso al ejercicio del Gobierno?
–Hacia afuera, ha permitido a Vox que los ciudadanos en general, los españoles, visualicen a Vox como un partido en las instituciones, un partido institucionalizado, un partido dentro del sistema. Por tanto, yo creo que esto beneficia a Vox en la medida en que hasta hace prácticamente un año a Vox se lo veía como un partido de ideales, de principios, pero no había quedado probada su gestión práctica, que era capaz de gestionar intereses colectivos y gobernar. Ahora yo creo que ya no hay duda de que se está influyendo en procesos legislativos. Las leyes de Concordia que se han aprobado en diversas comunidades autónomas, medidas que se han adoptado en favor de la agricultura, respecto a la industria...
Juan Manuel Badenas posa para El Debate en su despacho

Juan Manuel Badenas posa para El Debate en su despachoGemma Gil

Ahora ya se está viendo que Vox no solamente es un partido de ideales, sino que también es un partido de gestión y pienso que también los funcionarios, los ciudadanos, cuando nos ven gestionando, se dan cuenta de que somos totalmente normales, que no somos los frikis de la política, que tenemos nuestras ideas, pero aquí trabajamos con los jefes de servicio, con los funcionarios, que nos los cruzamos por los pasillos.
Eso yo creo que está sirviendo para que se den cuenta de que la imagen que se había fabricado a través de algunos medios, por no decir la mayoría de los medios, de que Vox era un partido como ultramontano, difícilmente adaptable a la realidad, pues se ha visto que no es así. Que tenemos un sentido práctico y que llegamos hasta donde llegamos y que nos adaptamos y que nos toca pactar muchas cosas. A mí en este Ayuntamiento me toca aceptar muchas cosas que a lo mejor yo no decidiría por mí mismo de esa manera.
-¿Y hacia dentro cómo se ha notado?
–Es la otra parte del espejo. Tenemos que darnos cuenta de que tenemos que flexibilizar la aplicación de nuestros principios hasta cierto punto. Que tenemos que ser flexibles y tenemos que adaptarnos. Ahora, yo pienso que el partido tiene también que, a lo mejor, realizar internamente aquellas cosas que sirvan para que esa flexibilización pueda ser más fácil.

Los cuatro ediles valencianos de Vox

Vox tiene cuatro concejales en el Ayuntamiento de Valencia, quienes, además de Badenas, son José Vicente Gosálbez Payá, encargado del área de Devesa-Albufera, Mayores y Sanidad y consumo; Mónica Gil Cano, responsable de Playas, Familia, juventud e infancia y Fiestas y tradiciones; y Cecilia Carmen Herrero Camilleri, encargada de Emprendimiento y Agricultura.
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