
La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, junto al presidente de la CHJ, Miguel Ángel Polo
El PSOE, de la euforia tras abrirse la causa judicial de la dana al nerviosismo por Bernabé y la Confederación del Júcar
La declaración como testigo de la delegada del Gobierno, relatando la falta de información de la CHJ, y las revelaciones sobre su currículum falso han supuesto un duro golpe para la estrategia de los socialistas
Una de las patas sobre las que se asienta, al menos por el momento, la estrategia de la izquierda en general y del PSOE y el Gobierno central en particular con tal de intentar derrocar al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, por la gestión de la dana ha consistido en afirmar y reiterar hasta la saciedad que el Ejecutivo autonómico disponía de una completa y detallada información de todo lo que estaba sucediendo aquel 29 de octubre de 2024.
Ese mantra lo han hecho propios el propio a lo largo de estos casi seis meses desde que ocurrió la tragedia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, todos y cada uno de sus ministros, dirigentes socialistas y representantes de otras instituciones comandadas por la formación del puño y rosa. Así, celebraron que la juez de Catarroja Nuria Ruiz Tobarra iniciara un procedimiento e imputara a la exconsejera de Justicia e Interior Salomé Pradas y a su secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso.
Llamada de la alcaldesa de Paiporta
La alegría por este hecho fue desmedida, con una euforia que a más de uno le evocó a las estampas que cada 22 de diciembre se viven en las administraciones de lotería en las que ha caído el Gordo de Navidad. Con la decisión de la instructora se quiso trasladar a la opinión pública por parte de los interesados la idea de que, no ya una eventual investigación al jefe del Consell era algo seguro, sino hasta una condena.
Pero los tiempos y las formas de la justicia son los que son y este mismo lunes tuvo lugar un hecho que puede dar un giro significativo al caso. Éste fue la declaración ante la magistrada de la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, en calidad de testigo y, en consonancia, obligada por ley a decir la verdad. En su comparecencia, la socialista dio un vuelco al relato mantenido.El pasado mes de febrero se mostraba más que contundente al afirmar: «La información estaba, la información se tenía. Hemos estado cuatro meses escuchando a los responsables de la Generalitat decir que no tenían información, que no habían tenido los avisos de la Confederación Hidrográfica. Y ahora sabemos, cuatro meses, que tenían los avisos cincominutales, cada cinco minutos, de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), los correos electrónicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar, las llamadas de la Aemet, los correos de la Aemet, las alertas de la Aemet...»

La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, en una imagen de archivo
Sin embargo, en sede judicial, la versión fue bien distinta. Bernabé expuso que en la reunión del Cecopi no se habló en ningún momento del barranco del Poyo porque la CHJ, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y responsable de los barrancos, no avisó del riesgo o el hecho de desbordamiento de éste. Es más, frente a ello afirmó que tuvo que ser la alcaldesa de Paiporta, pasadas las 19 horas, la que le llamara para explicarle cuál era la situación en su pueblo, ya inundado y con víctimas mortales. En ese gabinete de crisis, aunque fuera de manera telemática, estaban tanto Bernabé como el presidente de la CHJ, Miguel Polo.
Esta y otras declaraciones que realizó la delegada podrían costarle una imputación en el corto o medio plazo y, además, complicarle el futuro judicial a Polo, que lleva medio año guardando un estruendoso silencio sobre su actuación el día de la dana por orden de sus superiores en Madrid. En este sentido, son ya dos las acusaciones que han pedido que Bernabé pase de testigo a investigada, a la par que han reclamado la citación del máximo responsable de la Confederación.
Por si fuera poco, a la representante de La Moncloa en la región se le acumulan los problemas después de que este martes se destapara que el currículum que figuraba en la web de su partido era falso: aseguraba que era licenciada en Filología Hispánica y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Valencia, algo del todo irreal. Tanto es así, que el PSOE tuvo que modificarlo a toda prisa y cambiarlo por la expresión «inició sus estudios». De la euforia exagerada a la pasión y un ‘manojo’ de nervios.