Niño volando una cometa, imagen generada con IA

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¿Por qué en la Comunidad Valenciana no hay clases hasta el día 29?

Aunque en abril parezca que en Valencia se vive en un eterno domingo, el calendario sigue cumpliendo con los 175 días lectivos mínimos que exige la normativa

¿Dos semanas sin clase en abril? No, no es un error del calendario. En la Comunidad Valenciana las clases no se reanudarán hasta el lunes 29 de abril, lo que deja a alumnos y docentes con 13 días consecutivos de descanso tras el fin del segundo trimestre. Pero esta anomalía aparente tiene una explicación que se remonta tanto a tradiciones culturales como a la flexibilidad del calendario escolar autonómico. Y lo cierto es que, si uno se detiene a mirar el mapa, cada comunidad celebra la primavera a su manera.

Mientras que en la mayoría de las comunidades autónomas la Semana Santa marca el principal descanso escolar de primavera, centrado entre el Jueves Santo y el Lunes de Pascua (del 17 al 21 de abril este año), en la Comunidad Valenciana la tradición manda parar más tarde. No se celebra tanto la Semana Santa como Las Pascuas, es decir, el Lunes de Pascua y la semana posterior, cuando familias y amigos salen al campo, vuelan la cometa y meriendan «la mona».

Esta disparidad de fechas genera imágenes surrealistas: mientras en Madrid los alumnos ya están de vuelta el 22 de abril, en la Comunidad Valenciana están de picnic con la mona en la mochila. Y si eres de los que miran las historias de Instagram, sabes de lo que hablamos.

¿Por qué no hay clase del 17 al 28?

El segundo trimestre del curso 2024-2025 terminó el miércoles 16 de abril, y a partir de ahí se han concatenado los siguientes elementos:

1. Días no lectivos de libre disposición: Cada centro dispone de varios días «extra» a lo largo del curso para organizar puentes o descansos. Este año, muchos los han colocado justo después de Pascua.

2. Festividad de San Vicente Ferrer: El lunes 28 de abril es festivo local en Valencia capital y en otros municipios. San Vicente es patrón de la ciudad, y su día se celebra con misas, pasacalles, altares en las plazas y, sobre todo, día sin colegio.

3. Planificación estratégica: Aprovechando que el trimestre acababa justo antes, muchas escuelas han optado por agrupar días no lectivos y estirar el descanso hasta el día 29, cuando se retoman las clases.

La elección de estas fechas no es casual. En Valencia, la Pascua no es solo una fecha religiosa, sino una costumbre social y familiar profundamente arraigada. Lo mismo ocurre con San Vicente Ferrer, que lejos de ser un festivo local sin eco, arrastra desde hace siglos una tradición popular viva. En algunos barrios se siguen levantando altares, y los niños participan en representaciones teatrales tradicionales.

A esto se suma un factor práctico: dar clase entre la Pascua y San Vicente significaría tener una semana académicamente inútil, con ausencias, desmotivación y una estructura poco efectiva. La Consejería de Educación lo sabe, y los centros lo han aplicado: mejor planificar bien que rellenar días.

Aunque en abril parezca que en la Comunidad Valenciana se vive en un eterno domingo, el calendario sigue cumpliendo con los 175 días lectivos mínimos que exige la normativa. Las clases terminarán a finales de junio, como en el resto del país. La diferencia es cuándo y cómo se reparten los descansos.

La realidad es que la estructura del calendario escolar español permite una notable autonomía regional, y eso, lejos de ser una anomalía, refleja la diversidad cultural del país. La Semana Santa de Sevilla no se vive igual que la Pascua de Castellón, ni las Fallas igual que las Fiestas del Pilar.

Este descanso hasta el 29 de abril no es caprichoso: es tradición, logística, cultura y también una forma inteligente de planificar. Y si además sirve para hacer volar la cometa, merendar al aire libre y desconectar un poco antes del sprint final del curso, mejor que mejor.

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