
El consejero de Agricultura valenciano, Miguel Barrachina
Barrachina acusa al Gobierno de asfixiar al campo valenciano y pasar la factura de la dana a los regantes
El consejero de Agricultura acusa al Ejecutivo de usar el agua como herramienta política y desentenderse de las consecuencias
El consejero de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, ha denunciado hoy que el Gobierno de España «está asfixiando a la agricultura de la Comunitat Valenciana con un triple castigo: por un lado, con los recortes constantes al trasvase Tajo-Segura, que comprometen el suministro de agua a los regantes, y por otro, bloqueando el acceso al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), lo que pone en riesgo las inversiones clave en modernización de regadíos e infraestructuras hídricas».
Además, la Confederación Hidrográfica del Júcar, dependiente del Gobierno central, tiene previsto repercutir un coste de 45 millones de euros a los regantes del Júcar y del Turia por las obras de reconstrucción de infraestructuras dañadas tras las fuertes lluvias provocadas por la dana del año pasado. «Un cobro que, de materializarse, supondría un agravio intolerable para miles de agricultores que ya fueron los principales damnificados por las riadas del pasado mes de octubre», ha sentenciado el consejero.
Barrachina ha recordado que el trasvase Tajo-Segura es «una infraestructura esencial para el desarrollo agrícola del sur de la Comunitat Valenciana, especialmente para la provincia de Alicante, donde miles de agricultores dependen del agua trasvasada para garantizar la producción y el empleo».
«El Gobierno de Sánchez ha convertido la política hídrica en un castigo sistemático para nuestro territorio. Nos niegan el agua y ahora, con el bloqueo de la financiación a través del FLA, van a impedir que podamos invertir en soluciones eficaces para modernizar el uso del agua», ha afirmado. «El Gobierno central debe cesar en su castigo a las comunidades por pura ideología política y garantizar tanto los caudales necesarios como los fondos que nos corresponden para asegurar el presente y el futuro del sector agrario».
Asimismo, ha lamentado que mientras la Comunidad Valenciana ha demostrado una gestión eficiente y responsable, el Gobierno central «nos responde con cerrojazos que perjudican directamente a los agricultores, a las familias y a la economía regional».
«Es inadmisible que se niegue el agua a quienes más la necesitan y, además, se bloquee la financiación para afrontar inversiones hidráulicas que aumentarían la eficiencia, el ahorro y la sostenibilidad del riego», ha concluido.
El consejero ha realizado estas declaraciones durante el acto de clausura de la jornada sobre agua, energía y datos, organizada por FENACORE, GRUPOTEC y Kiwa.
Inversiones del Gobierno autonómico
Barrachina ha destaca que «las decisiones sobre el agua no pueden tomarse de forma unilateral ni con fines políticos, como lamentablemente está ocurriendo con el Trasvase Tajo-Segura». En ese sentido, ha defendido la necesidad de una gestión hídrica basada en criterios técnicos, consenso territorial y responsabilidad compartida.
«El agua no puede ser un instrumento de confrontación, porque está en juego no solo el presente de nuestros regantes, sino también la prosperidad futura de toda nuestra agricultura», ha afirmado.
En este sentido el consejero ha recordado que el Consell destinará 99 millones de euros en materia hídrica durante este ejercicio. Estas actuaciones incluirán obras de abastecimiento, encauzamiento de ramblas y barrancos, así como la modernización de regadíos, embalses y redes de distribución.
En detalle, se invertirán 18,7 millones en la reutilización de aguas depuradas y 38,8 millones en ayudas directas a comunidades de regantes. «No hay verde sin azul, y el futuro del agua solo será posible si lo construimos juntos, con visión, ambición y cooperación entre todos los actores implicados», ha concluido.