«El incendio del escenario del Tomorrowland es muy raro»

Es, seguramente, el festival de los festivales. La cita musical que cada año sorprende, no tanto por los artistas sino por su escenario de grandes dimensiones. Es el todo en un recinto lleno de magia y cuestiones que sólo allí tienen sentido. El Tomorrowland celebra en este 2025 sus 20 años de la primera cita, pero no será una fiesta completa por el reciente incendio que arrasó el escenario principal. «Es muy raro», explica Toni Fornés, artista fallero valenciano que participó en la creación de esta grandiosa estructura para las ediciones de 2015 y 2018.

Fornés atiende a El Debate enfrascado en otro tipo de proyectos muy diferentes como a los que se sumó, por primera vez, hace diez años. Después de las Fallas de 2015 llegó «a través del contacto de artistas que iban buscando gente en Valencia para ir a hacer el escenario. En total fuimos unos 12 compañeros», explica el artesano.

En 2018 se presentó la misma oportunidad, pero con un toque diferente, «ahí fue liderando yo un equipo de artistas de Colombia e hicimos entero el famoso caballito de mar que coronó aquel año un escenario que tenía 110 metros de ancho por 37 metros de alto. Funcionábamos muy bien y prueba de ello es que en prácticamente 12 ó 15 días hicimos el caballito de mar de 35 metros en una nave de cuatro metro», recuerda Toni Fornés. Aquel trabajo de 2018 nunca se pagó «al completo», ya que la empresa belga dejó por abonar algunas facturas.

La oportunidad de 2015 llegó porque en la empresa encargada de la realización de la escenografía «sabían que en Valencia había calidad y nivel para trabajar el material». Aunque aparentemente el trabajo entre hacer el escenario del Tomorrowland y una falla en Valencia puede ser el mismo, a lo que Fornés especifica que «son materiales y acabados diferentes».

«Para hacer fallas en Valencia se utiliza un corcho blanco de menor densidad. Después se empapela y se le añade gotelé para conseguir el efecto deseado, pero en el caso del escenario del Tomorrowland el corcho allí es muy duro y después se le echa poliurea, una resina que se endurece. Las figuras para estos casos son completamente macizas, no hay huecos internos como en el caso de los ninots de las Fallas de Valencia», expone el artesano.

Con esta composición, Fornés considera que es «muy raro el incendio» y que «ya se verán las causas concretas», porque así como en las Fallas existe madera interna, para estos casos es todo hierro con respecto a la estructura que se monta. Puede ser que se haga algún hueco, pero, al menos nosotros, echamos poliurea, que es ignífuga, en todo".

A tenor de lo visto en las imágenes, el artesano considera que «algún fallo debe haber o al menos ahora no se ha hecho conforme lo hicimos nosotros en 2015 y 2018. El fuego ha entrado en el corcho y ha devorado toda la estructura. Piensa que es una estructura que se hace para que aguante tanto los artefactos pirotécnicos como el calor, los focos...».

En un abrir y cerrar de ojos el fuego arrasó todo el trabajo realizado durante varias semanas. Cuando las llamas se dan en una estructura así no hay forma de pararlo más allá de esperar a que consuma prácticamente todo el montaje. En Valencia se saben hacer Fallas y ha habido varios precedentes de incidentes antes de la cremà, por eso el artista valenciano que hico dos años el escenario del Tomorrowland no se explica cómo Boom, localidad belga en la que se celebra el festival, ha visto arder un icono al más puro estilo fallero.